ADOLFO NICOLÁS, GENERAL DE LOS JESUITAS: “NECESITAMOS AUDACIA, FANTASÍA Y VALENTÍA”

El padre general de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, considera que los jesuitas necesitan “audacia, fantasía y valentía” y espera que, tras su renuncia, la Congregación General de los jesuitas de octubre, la primera que se celebrará con un papa jesuita, elija “un buen” sucesor.
El padre general de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, considera que los jesuitas necesitan “audacia, fantasía y valentía” y espera que, tras su renuncia, la Congregación General de los jesuitas de octubre, la primera que se celebrará con un papa jesuita, elija “un buen” sucesor.
En una entrevista de Antonio Spadaro, director de ‘La Civiltà Cattolica’ (publicada en España por ‘Razón y Fe’), Nicolás confiesa que “era un imposible” pensar que uno de los suyos fuese elegido Papa, “sólo doscientos años tras la supresión y veinticinco después de una intervención papal en el gobierno de la Compañía”.
Nicolás concreta que espera de la Congregación General que el Papa se dirija a los participantes y les presente “sus sentimientos y preocupaciones”, y que su fruto sea “una mejor vida religiosa en el espíritu del Evangelio y una renovada capacidad de imaginación (…) Necesitamos audacia, fantasía y valentía”.
Y es que para este palentino de 80 años, que lleva en el cargo desde 2008, la Iglesia necesita “un lenguaje nuevo que use la sabiduría de los sabios, o la sabiduría del pueblo, para hablar una lengua que el mundo sea capaz de entender”.
Porque su visión del mundo es contracultural: “Tenemos ya que comenzar a concebir la humanidad como una unidad y no como un conjunto de países separados uno de otros por sus tradiciones, sus culturas y sus prejuicios. Es necesario pensar en una humanidad que necesita a Dios, que necesita una profundidad que sólo puede venir de la unión de todos”.
Cree también que a la Iglesia le falta formación “para el discernimiento” y que los jesuitas deben ser personas “de pensamiento incompleto” y “abierto”. Según dijo en otra entrevista en 2013 a Spadaro, para el general eso significa que hay “mucho que aprender del silencio, de la humildad, de la sencilla discreción”.
“El jesuita, como dije una vez en África, debe oler a tres cosas: a oveja, esto es, a lo que vive su gente, su comunidad; a biblioteca, es decir, a reflexión en profundidad; y a futuro, es decir a una apertura radical a la sorpresa de Dios. Creo que estas cosas pueden hacer del jesuita un hombre de pensamiento abierto”, agregó entonces.

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