Renuncia miembro de gobierno de Colombia por entrevista sobre finanzas FARC

El presidente de la Unidad de Investigación y Análisis Financiero (UIAF) del gobierno de Colombia renunció tras admitir haber concedido una polémica entrevista "off the record" sobre las finanzas de la guerrilla FARC, informó este sábado el organismo en un comunicado.

"Ante las circunstancias descritas, el director de la UIAF ha presentado renuncia ante el señor presidente de la República", dijo el texto tras señalar que Luis Edmundo Suárez se reunió el 3 de marzo con una periodista de la revista The Economist que publicó después un artículo que atribuía a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) una fortuna de 10.500 millones de dólares en 2012, citando un documento inédito de analistas del gobierno colombiano.

La UIAF agregó que ni Juan Manuel Santos ni su ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, tenían conocimiento de la entrevista.

"Es importante aclarar que dada la naturaleza especulativa de estas cifras, la UIAF no las había compartido con el gobierno nacional", añadió el comunicado.

El 15 de abril, día en que The Economist publicó el artículo, el propio Santos aseguró desconocer esa información sobre la principal guerrilla del país, con la que mantiene diálogos de paz desde hace tres años en La Habana, y advirtió que incautará ese botín en caso de que exista.

Ante las preguntas de la corresponsal sobre el patrimonio de las FARC durante la entrevista, "la UIAF fue enfática en explicarle a la comunicadora que 'la Unidad no había podido obtener resultados concluyentes que permitieran dar cifras confiables sobre este tema'", agregó el texto difundido este sábado en la página web del organismo.

Las FARC tildaron de "imaginaria" la fortuna que les atribuyó The Economist.

En armas desde 1964, las FARC financiaron su prolongada lucha con dinero derivado del narcotráfico, de la minería ilegal y de extorsiones, según autoridades.

La organización comunista, que negocia un acuerdo para convertirse en partido político, cuenta con unos 7.000 combatientes, de acuerdo con las mismas autoridades.

Los jefes rebeldes han negado en otras ocasiones que hayan amasado fortuna durante el conflicto.