LAS TERMITAS SON GRANJERAS DESDE HACE 25 MILLONES DE AÑOS, ANTES QUE LOS HUMANOS

Un equipo de investigadores afirma que las termitas son las granjeras más antiguas del mundo porque han encontrado “granjas de hongos” en el interior de cuevas fosilizadas de estos insectos datadas hace 25 millones de años y encontradas en el Gran Valle del Rift (Tanzania).
El estudio, dirigido por Eric Roberts, de la Universidad James Cook (Australia) y publicado en la revista ‘PLOS ONE’, señala que colonias de termitas introducen material vegetal en sus cuevas subterráneas para cultivar jardines de hongos, lo que supone una fuente de alimento más fácil de digerir para ellas.
Roberts precisa que los científicos habían utilizado previamente el ADN de la termitas modernas para cifrar el origen del cultivo de ‘granjas de hongos’ hace entre 25 y 30 millones de años, lo que se ha confirmado con una nueva evidencia fósil en Tanzania, que permite precisar el momento y la evolución de este comportamiento.
"Este tipo de estudio hace hincapié en la necesidad de integrar la cuestión del registro fósil con los enfoques modernos de la biología comparativa. Se trata de un enfoque holístico de la biología evolutiva y forma de manera significativa nuestra comprensión de los cambios ambientales en el tiempo profundo", apunta Patrick O’Connor, profesor de anatomía en la Universidad de Ohio (Estados Unidos).
Duur Aanen, profesor de la Universidad de Wageningen (Países Bajos), señala que las termitas cultivaban hongos como las personas comenzaron a dedicarse a la agricultura y a la ganadería decenas de millones de años más tarde.
Los investigadores creen que las labores agrícolas de las termitas comenzaron en las selvas africanas y posteriormente se expandieron a lugares menos favorables como las sabanas e incluso migrar fuera de África, concretamente a Asia.
"El fenómeno podría haber sido provocado por el desarrollo inicial del Gran Valle del Rift en esta parte de África oriental y la dramática transformación del paisaje alrededor de ese tiempo", añade Roberts.
Paul Filmer, responsable de la Dirección de Ciencias de la Tierra de la Fundación Nacional para la Ciencia (Estados Unidos), que financió la investigación, recalca que “este descubrimiento hace retroceder el comienzo de la relación simbiótica entre termitas y hongos a hace por lo menos 31 millones de años”.
"Dado que alrededor del 90% de la madera en los ambientes secos estudiados es digerido por las termitas, comprender el desarrollo de esta relación simbiótica es importante para nuestro conocimiento de la historia del ciclo del carbono en estos bosques," apunta Filmer.
La investigación forma parte de un estudio en curso centrado en la evolución de una parte poco conocida del Gran Valle del Rift (el Rukwa del Rift), que ha producido descubrimientos geológicos y paleontológicos inesperados en los últimos años.

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