LOS TIBURONES TIGRE PREFIEREN SER CARROÑEROS Y NO CAZADORES EN LA GRAN BARRERA DE CORAL

- Respetan a las tortugas vivas y se comen las muertas o moribundas. El tiburón tigre (‘Galeocerdo cuvier’) es conocido por ser un gran depredador que caza y consume casi cualquier cosa, desde crustáceos hasta aves y mamíferos marinos, pero cuando se le presenta la oportunidad opta por ser ‘hiena marinas’ y desempeñar más el papel de carroñero de cadáveres de tortugas muertas o moribundas que el de cazador de tortugas vivas para ahorrar tiempo y energía.
Este comportamiento está documentado en un estudio realizado por un equipo de investigadores estadounidenses, australianos y británicos dirigidos por Neil Hammerschlag, de la Facultad Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami (Estados Unidos), que analizaron vía satélite de cinco años del seguimiento de tiburones tigre y tortugas verdes frente a la isla de Raine, en la Gran Barrera de Coral (Australia), que alberga la mayor concentración mundial de tortugas verdes.
El estudio, publicado en la revista ‘Springer Behavioral Ecology and Sociobiology’, indica que los movimientos del tiburón tigre a menudo se superponen con los de las tortugas marinas. Cuando quieren cazarlas, lanzan emboscadas desde abajo sobre las desprevenidas tortugas en la superficie, limitando así la capacidad de sus presas de ser más hábiles.
Sin embargo, las tortugas reducen las posibilidades de convertirse en cebo en áreas de alta densidad de escualos pasando el menor tiempo posible cerca de la superficie del agua, donde sus siluetas son más fácilmente vistas por los depredadores. Esto es lo normal, pero no en plena temporada de cría de tortugas verdes (‘Chelonia mydas’) en la isla de Raine, momento en que los tiburones tigre se convierten en carroñeros y se ahorran el esfuerzo de cazar.
Raine es una isla de baja altitud situada en el Parque Marino de la Gran Barrera de Coral e incluye 32 hectáreas de arena de playa, donde hasta 12.000 hembras de tortuga verde ponen sus huevos durante la temporada de cría.
Los investigadores han observado pocos ataques de tiburones tigre a tortugas verde vivas en plena temporada de cría, pese a que estos reptiles marinos son potencialmente muy vulnerables a convertirse en presa de los escualos al entrar y salir del agua alrededor de la isla.
COMO LAS HIENAS Y LOS LEONES
Sin embargo, la cría es muy estresante y unas 2.000 hembras pueden morir por agotamiento durante una temporada. Cuando sus cadáveres son arrastrados hacia el mar, se convierten en presa fácil para los tiburones tigre, que adoptan el papel de carroñero y olvidan el de cazador.
Los investigadores encontraron que, durante la temporada de cría, los tiburones tigre pasan la mayor parte de su tiempo rondando las aguas superficiales cerca de la costa en lugar de permanecer en aguas profundas como lo hacen en plena caza activa, lo que sugiere que pretenden observar alimentarse de tortugas muertas o moribundas que terminan en el agua.
Además, las tortugas verdes tampoco muestran ningún síntoma de comportamiento que utilizan generalmente para evitar a los tiburones, como menos tiempo en la superficie de la gua, pese a la presencia de estos escualos, todo lo cual sugiere que no es probable que los tiburones tigre cacen tortugas saludables durante la temporada de cría, pese a tener la oportunidad de hacerlo.
"Para cualquier depredador, la caza y captura de las presas es energéticamente muy exigente e inherentemente peligroso", apunta Hammerschlag, quien añade: "En la Iila de Raine, aunque los tiburones pueden encontrar y cazar miles de tortugas verdes sanas, las grandes cantidades de animales muertos y moribundos que se lavan en el agua durante la temporada de cría hace que sea mucho más rentable para los tiburones hurgar en esos cadáveres en lugar de perseguir tortugas vivas, dada la posibilidad de la pérdida de tiempo y energía cuando los intentos de depredación no tienen éxito".
Este interruptor de ahorro de energía en el comportamiento de buscar comida cuando se enfrentan a una gran cantidad de alimentos no es típico de los tiburones, sino de depredadores como las hienas y los leones en los sistemas terrestres. "Esto demuestra que estar en la cima de la cadena alimenticia no supone sólo ser feroz, se trata también de aprovechar todas las oportunidades para alimentarse que se presentan, vivas o muertas", precisa Hammerschlag.

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