Se trata de una complicación médica común en determinados alotrasplantes de tejidos y se asocia principalmente al trasplante de células pluripotenciales hematopoyéticas, comúnmente denominado trasplante de médula ósea.
"La administración de ATG en los días inmediatamente anteriores a la infusión de las células del donante en un trasplante hematopoyético alogénico, añadida a la profilaxis farmacológica estándar, reduce el número y la actividad de los linfocitos T aloreactivos del donante (que pueden atacar a los tejidos normales del paciente)", ha comentado el presidente del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular (GETH), Carlos Solano.
Dicho esto, el experto ha comentado que esto condiciona una reducción de la EICH aguda en algunos estudios pero, sobre todo, de la incidencia y gravedad de la EICH crónica, la complicación tardía "más importante" por la alteración de la calidad de vida del paciente y porque obliga a utilizar de forma "muy prolongada" la administración de medicamentos inmunosupresores que pueden condicionar toxicidad en el paciente, infecciones graves y facilitar la recaída de la enfermedad por la que se realiza el trasplante.
"La enfermedad injerto contra receptor crónica (EICRc) es la complicación a largo plazo que más frecuentemente ensombrece la calidad de vida de los receptores de Alotrasplante Hematopoyético. El empleo de 'Timoglobulina' peritrasplante ha demostrado reducir significativamente su incidencia y aumentar, de esta manera, el bienestar de las personas alotrasplantadas", ha zanjado el jefe de sección de trasplante hematopoyético del Hospital de Donostia, Carlos Vallejo.
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