Tratamiento de alto riesgo podría contener la esclerosis en placas

Unos médicos aseguran haber encontrado una manera de contener la esclerosis múltiple, pero se trata de un tratamiento de alto riesgo que no se puede generalizar, en un estudio publicado este viernes.

Trataron en Canadá a 24 pacientes de 18 a 50 años con esclerosis en placas mediante una potente quimioterapia, destinada a destruir el sistema inmunitario antes de un trasplante de células madre fabricadas por la médula ósea.

En estos 23 pacientes, este tratamiento frenó las recaídas y el desarrollo de nuevas lesiones cerebrales sin necesidad de tomar medicinas, indica el equipo canadiense de la revista médica británica The Lancet.

"Ocho de los 23 pacientes observaron una mejoría estable de su hándicap siete años y medio después del tratamiento", según la revista médica.

Un de los 24 pacientes falleció por complicaciones hepáticas e infecciosas causadas por la quimioterapia agresiva empleada.

Se trata del "primer tratamiento capaz de producir este nivel de control de la enfermedad o de recuperación neurológica, pero los riesgos propios del tratamiento limitan su uso a gran escala", subraya la revista.

La esclerosis en placas afecta a más de dos millones de personas en el mundo, 400.000 en Europa.

En esta enfermedad, más o menos severa, el sistema inmunitario de la persona se trastorna y ataca a elementos de su propio sistema nervioso.

Los síntomas resultantes son variados: picores, debilidades musculares, trastornos del equilibrio, de la visión, del lenguaje, incluso parálisis que pueden ser recuperables.

A más o menos largo plazo, estos trastornos pueden progresar hacia un hándicap irreversible.

Les tratamientos actuales no permiten curar la enfermedad y apenas pueden frenar su progresión.

Estudios precedentes habían reseñado intentos con este tipo de tratamiento con pocos pacientes, resultados modestos y recurso a una quimioterapia mucho más ligera antes del trasplante de células madre hematopoyéticas (AHSCT) provenientes de sus propias médulas óseas. Estas células son el origen de diferentes células de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas).

En el caso del estudio canadiense, se administró una quimioterapia más fuerte a los pacientes para la "destrucción completa" del sistema inmunitario con el fin de detener la autoagresión.

Todo los pacientes padecían una forma "agresiva" de la enfermedad, con hándicaps que iban de "moderado" a incapacidad de caminar 100 metros sin ayuda.

Entre los 23 que sobrevivieron al tratamiento, no se observó ninguna recaída durante el periodo de estudio, entre cuatro y trece años. Les exámenes IRM (por imágenes por resonancia magnética) no detectaron ninguna actividad nueva de la enfermedad y después del tratamiento se detectó una sola nueva lesión en 327 exámenes.

Después de tres años, seis pacientes estuvieron en condiciones de volver al trabajo o la escuela.

Ensayos clínicos en más pacientes deberán confirmar los resultados, admite Mark Freedman (Ottawa), coautor del estudio, y reconoce que las "ventajas potenciales" del tratamiento "deben ser ponderadas por el riesgo de complicaciones graves".

En un comunicado sobre el estudio, Jan Dorr, del centro de investigación clínica NeuroCure de Berlín, considera "impresionantes" los resultados.

Pero estima que el estudio "probablemente" no va a cambiar el protocolo del tratamiento de la esclerosis en placas "a corto plazo" porque el índice de mortalidad "será considerado demasiado alto".

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