La UB quiere atraer a investigadores de primera línea con unas nuevas cátedras

La Universitat de Barcelona (UB) quiere atraer anualmente a "cuatro o cinco" investigadores de primera línea con unas nuevas cátedras bajo el nombre UB-100, en su voluntad de posicionarse internacionalmente.

En una entrevista de Europa Press, el rector de la UB, Joan Elias, ha afirmado que es una propuesta que debe acabar de concretar y que recogía en su programa electoral para captar "supertalento", y quiere que estén muy enfocados a la investigación aunque también tengan actividad docente.

El perfil buscado será el de investigadores con una trayectoria consolidada, al estilo de los Icrea, y ha sostenido que la procedencia será indiferente: "Mientras sean buenos, es igual de donde vengan".

El envejecimiento del profesorado fue uno de los temas recurrentes en la campaña electoral por los candidatos, y Elias ha remarcado que la mediana de edad en la universidad barcelonesa se sitúa en torno a los 58 años.

Ha remarcado que las universidades españolas tienen un profesorado muy envejecido ya que no ha podido entrar gente joven fruto de la tasa de reposición cero, lo cual es una "rémora" para mantener la calidad en la docencia y la investigación.

El rector ha asegurado que hace unos años cuando un estudiante acababa la carrera le podía aconsejar que buscara una beca, estudiara en el extranjero y volviera para entrar como lector, pero que ahora no sabe qué decirles: "Esta rueda se ha roto y se tiene que recuperar".

De la misma forma --ha comentado--, el personal de administración y servicios (PAS) también ha envejecido por la falta de entrada de savia nueva, y ha abogado por que se abra la tasa de reposición y entre gente joven con conocimiento de nuevas tecnologías y dominio de idiomas para hacer frente a la internacionalización de la universidad.

TOP 100

Uno de los objetivos que se ha marcado el nuevo equipo rector es situar a la universidad entre las 100 mejores del mundo, para lo que ha dicho que la UB debe ser "mejor" en investigación, docencia, gestión y, sobre todo, transferencia de conocimiento.

En este apartado, Elias ha explicado que la UB ingresó por licencias de patentes 258.747 euros --el total de ingresos por transferencia e innovación fue 11 millones--, una cantidad que en otras universidades europeas llega a 40 ó 50 millones de euros.

Elias ha asegurado que la UB produce conocimiento, pero no se tienen los mecanismos para vender al mercado: "Si avanzásemos aquí, mejoraríamos mucho".

El rector ha dicho que la aportación pública no puede ser el único canal de financiación, y que la universidad debe "explorar" otros canales como el mecenazgo, aunque en España la normativa no ayude a los posibles candidatos a donar.

Ha afirmado que la universidad, que ya tiene lazos con centros iberoamericanos y su ecosistema natural es Estados Unidos y Europa, tiene que abrise al terreno asiático en países como India, Japón, Corea del Sur y China.