Al menos 25 muertos al reprimir las fuerzas del orden las protestas en Siria

  • Diecisiete de ellas han muerto este viernes en la ciudad meridional siria de Derá, epicentro de las protestas contra el presidente Bashar el Asad, donde testigos declararon que las fuerzas de seguridad abrieron fuego para dispersar una manifestación.

Agencias

Al menos 25 personas han muerto este viernes en Siria, 17 de ellas en la ciudad meridional de Derá, al reprimir las fuerzas de seguridad manifestaciones celebradas en distintos puntos del país, informó a un activista de derechos humanos sirio.

El activista y abogado Haizam Maleh aseguró que la mayoría de las ciudades de Siria son escenario de protestas pacíficas contra el régimen de Bachar al Asad, que están siendo duramente reprimidas por las fuerzas del orden.

Testigos en Deraá dijeron que los manifestantes reaccionaron incendiando un local del gobernante partido Baaz y destrozando una estatua del hermano del presidente.

"Vi charcos de sangre y tres cuerpos siendo levantados de la calle por familiares", dijo un testigo que habló por teléfono con Reuters desde la ciudad. Una fuente hospitalaria y un testigo establecieron en 17 el número de fallecidos.

"Había francotiradores en las azoteas. Los disparos eran intensos. Los heridos están siendo trasladados a casas. Nadie confía en llevar a un familiar al hospital en estas circunstancias. Muchos manifestantes temen que serán arrestados si son llevados a las clínicas", añadió.

Una ola de protestas sin precedentes contra décadas de Gobierno del partido Baaz sacude Siria desde hace tres semanas, atizada por otras revueltas populares en Oriente Próximo.

Asad ha respondido con una mezcla de fuerza, que causó decenas de muertos, y algunos gestos de apertura.

La agencia estatal de noticias SANA atribuyó el tiroteo del viernes en Derá a "vándalos" que, dijo, mataron a un policía y al conductor de una ambulancia.

"Algunos de los pistoleros estaban disparando fuego real contra los manifestantes y las fuerzas de seguridad. Esto expresa clara y abiertamente que hay algunas personas que quieren lo peor para Siria", dijo la televisión estatal, mostrando imágenes de hombres encapuchados disparando.

No fue el único foco de violencia en Siria, donde Asad intenta contener una revuelta como la que derrocó en los últimos meses a los presidentes de Túnez y Egipto e hizo estallar una guerra civil en Libia.

En Damasco la policía atacó con bastones a manifestantes suníes a la salida de una mezquita.

"Era difícil saber quién era quién porque las fuerzas de seguridad no llevan uniforme", dijo un residente occidental que vive cerca de la mezquita de Rifai, al sur de la capital.

Otro testigo dijo por teléfono a Reuters que las telecomunicaciones habían sido cortadas en Harasta, un suburbio de Damasco convertido en bastión de la oposición suní contra el Gobierno de minoría alauí.

Centenares de personas salieron a las calles de Homs, una ciudad suní en el centro del país.

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