Al menos un soldado de la UNAMID muerto y otros 2 heridos en un ataque en Darfur

  • Jartum.- Al menos un soldado nigeriano de la fuerza mixta de la ONU y la Unión Africana en Darfur (UNAMID) murió anoche y otros dos, de nacionalidad keniana, resultaron heridos en un ataque en esta región del oeste de Sudán, informó hoy la UNAMID.

Al menos un soldado de la UNAMID muerto y otros 2 heridos en un ataque en Darfur
Al menos un soldado de la UNAMID muerto y otros 2 heridos en un ataque en Darfur

Jartum.- Al menos un soldado nigeriano de la fuerza mixta de la ONU y la Unión Africana en Darfur (UNAMID) murió anoche y otros dos, de nacionalidad keniana, resultaron heridos en un ataque en esta región del oeste de Sudán, informó hoy la UNAMID.

Según un comunicado de la fuerza mixta, los militares fallecieron en una emboscada tendida por un grupo armado de unos seis u ocho hombres.

La nota explicó que los soldados viajaban en un convoy de tres vehículos con policías de la UNAMID, que escoltaban a un grupo de civiles hasta un campo de refugiados, situado en Al Yunayna, capital de la provincia del Oeste de Darfur, cuando los atacantes abrieron fuego por sorpresa.

El soldado muerto falleció tras la agresión a causa de las heridas sufridas.

La UNAMID instó a las autoridades sudanesas a que aceleren la investigación de "este brutal suceso, con el fin de que los culpables comparezca ante la Justicia".

Por su parte, el portavoz de la UNAMID, Nuredin al Mazeni, dijo a Efe que la misión de esta fuerza es ayudar a restaurar la paz y la estabilidad en Darfur, "por lo que cualquier ataque a este contingente es una agresión a la paz".

También advirtió de que el ataque a funcionarios de la ONU puede tener consecuencias negativas para el proceso de paz.

Los uniformados de la UNAMID, que cuenta con 15.000 efectivos, han sido objetivo frecuente de los grupos armados de Darfur desde su despliegue en la región en enero de 2008.

El conflicto de Darfur estalló en febrero de 2003, cuando dos grupos rebeldes se levantaron en armas contra el Gobierno de Jartum en protesta por la situación de pobreza y marginación de la zona.

Según cálculos de la ONU, unas 300.000 personas han muerto y más de dos millones y medio se han visto obligadas a abandonar sus hogares.

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