Año y medio de investigación

Alertan de vídeos sexuales grabados por menores que acaban en redes pedófilas

La Policía Nacional ha identificado a 19 jóvenes con edades comprendidas entre los 8 y 17 años que habían creado material conocido como de "primera generación". Hay un detenido.

Detenidos 56 pedófilos por distribuir abusos de extrema gravedad a menores
La Policía tiene entre sus objetivos localizar estos vídeos de menores
EP

Para los jóvenes era una simple distracción, pero el 'juego' ha terminado en una operación policial con al menos un detenido acusado de pederastia. Un grupo integrado por 19 menores grababa vídeos de contenido pornográfico con sus móviles por voluntad propia, conocidos como de "primera generación", los más demandados por los  pedófilos. Los jóvenes no eran conscientes de que estaban generando un material que, lejos de quedarse en su privacidad, empezaba a correr como la pólvora entre los pedófilos. Al mismo tiempo ellos solos se exponían a ser víctimas de 'grooming'. La Policía tiene entre sus objetivos primordiales la detección precoz de este tipo de materiales, que en ocasiones realizan por la simple razón de ganar seguidores en sus redes sociales, explican los expertos a La Información

La investigación, de más de año y medio de duración, comenzó al detectarse la difusión de contenidos pornográficos protagonizados por menores en diferentes plataformas de Internet. Con las primeras pesquisas policiales se pudo averiguar que ellos mismos habían grabado gran parte de estas imágenes, sin colaboración de ningún adulto en  el proceso de creación y de publicación. Los especialistas denominan este tipo de contenido como "material sexual infantil autogenerado" y es altamente demandado en las redes pedófilas de todo el mundo porque nadie les está dando órdenes ni chantajeando. 

Estamos ante vídeos creados por los propios menores que, según los expertos, muchas veces los jóvenes realizan por imitación de contenidos sexuales previamente buscados en la red y, en otros casos, tras ser engañados por adultos. Es importante su detección precoz debido a que, una vez en circulación, su eliminación total resulta imposible. Según avanzaba la última operación que ha llevado a cabo la policía se llegaron a identificar a 19 menores, cinco niñas y 14 niños con edades comprendidas entre los 8 y los 16 años, por todo el país. Asimismo, en el marco de esta investigación se ha podido arrestar en Castellón a un pedófilo de 57 años de edad. Fue el encargado de distribuir en una plataforma online de reproducción de vídeos algunas de las grabaciones que realizaron estos menores. 

En muchas ocasiones los menores creen que es seguro enviar un vídeo a algún conocido porque no piensan en todos los escenarios en los que podría difundirse. Desde el momento en que enviamos una imagen a otra persona perdemos todo el control sobre la misma. Y no solo por lo que pueda hacer con ella ese destinatario, que puede simplemente almacenarla sin ninguna otra intención. ¿Y si se le roban el teléfono? ¿Y si le hackean el móvil? ¿Y si deja de ser nuestro amigo y decide compartirla? Son algunas de las preguntas que los agentes hacen a los menores para que reflexionen sobre todos los peligros a los que se exponen.

Desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) se acaba de lanzar una campaña de concienciación sobre la práctica del 'sexting'. Durante este confinamiento se conoció que con 14 años ya se practica en España, algo que no es delito pero sí puede ser de riesgo porque nunca sabemos donde puede acabar un archivo. Pero lo que sí es delito es reenviarla sin consentimiento. Ese tipo de contenido es el que buscan además los pedófilos. Y una manera de protegerse para evitar que accedan a él es vigilando los dispositivos, sobre todo el móvil. Ahí es donde los menores guardan todo tipo de datos personales, mensajes, imágenes y vídeos... 

Evitar que sea vulnerable es uno de los consejos que envían desde Incibe. Para ello toca, por ejemplo, repasar las contraseñas utilizadas, para que sean seguras y complicadas. Utilizar letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos es siempre la mejor opción. Y al igual que bloqueamos, el desbloqueo tampoco hay que ponerlo fácil. En el caso de móviles y tabletas, tienen diferentes alternativas, como usar su huella dactilar, un sistema de reconocimiento facial, un código PIN, una contraseña o un patrón. Cualquier opción es buena, pero hay que tener en cuenta que un patrón o un código PIN siempre son más fáciles de observar y memorizar por otras personas. Obviamente, esta función pierde su eficacia si no se acostumbran a bloquear el dispositivo siempre que no lo estén utilizando. Otro de los puntos que se deberían revisar es la configuración de la privacidad en muchas de las app que se utilizan, no compartir vídeos ni imágenes comprometidos y, por supuesto, no fiarse de desconocidos...

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