Amnistía afirma que eeuu viola el derecho internacional en su única prisión federal de máxima seguridad


Amnistía Internacional (AI) aseguró este miércoles que la única prisión federal de máxima seguridad de Estados Unidos, conocida como ADX Florence (Colorado), viola el derecho internacional por su “cruel y deshumanizadora práctica” de mantener a los presos recluidos en régimen de aislamiento prolongado, lo que constituye trato o pena cruel, inhumano o degradante a las personas reclusas.
En su informe ‘Enterrado: aislamiento en el sistema penitenciario federal de Estados Unidos’, AI, documenta las condiciones a las que se enfrentan los presos del ADX Florence o Centro Penitenciario y Administrativo de Máxima Seguridad de los Estados Unidos, ubicado cerca de la localidad de Florence. La mayoría de los reclusos de esta prisión han sido declarados culpables de delitos graves cometidos mientras estaban encarcelados, como agresión, asesinato o intento de fuga, y otros han sido declarados culpables de delitos de terrorismo.
“No se puede sobreestimar el devastador impacto que los largos periodos de aislamiento pueden tener en el bienestar físico y mental de un preso. Ese trato tan duro está teniendo lugar a diario en Estados Unidos y es contrario al derecho internacional”, manifestó Erika Guevara-Rosas, directora del Programa para América de Amnistía Internacional.
El informe explora el impacto físico y mental de confinar a los presos en celdas de aislamiento durante entre 22 y 24 horas al día y señala que las rigurosas condiciones de ADX han llevado a algunos presos a causarse autolesiones graves o a suicidarse.
El estudio subraya que entre los síntomas provocados por ese aislamiento tan prolongado se encuentran la ansiedad, la depresión, el insomnio, la hipertensión, la paranoia extrema, las distorsiones en la percepción y la psicosis.
La prisión federal ADX Florence tiene capacidad para 490 reclusos varones. Los presos pasan un mínimo de 12 meses en régimen de aislamiento antes de poder optar a una reducción de sus restricciones, aunque, según Amnistía Internacional, el periodo de aislamiento al que son sometidos muchos de ellos es mucho más largo, puesto que un estudio elaborado por abogados concluyó que la duración media del periodo de aislamiento que pasaban los reclusos era de 8,2 años.
El informe de Amnistía Internacional explica que la mayoría de los presos permanecen recluidos en celdas con paredes sólidas y una cámara con barrotes, tipo compartimento estanco, entre ellos y una puerta de metal macizo, para asegurar que no tienen contacto con otros presos, y que en la pared hay una única ventana en forma de ranura, que les permite ver un trozo de cielo o una pared de ladrillos.
Los muebles de las celdas de ADX son de cemento moldeado y consisten en un catre, una mesa y un taburete fijos al suelo o a la pared, así como una ducha y un retrete. Las comidas y las duchas tienen lugar dentro de las celdas y las consultas médicas, incluidas las de salud mental, se realizan a menudo por teleconferencia.
“’ALMACENAR’ A LOS PRESOS”
Amnistía Internacional expone con detalle varios ejemplos de presos cuya salud mental se ha deteriorado drásticamente mientras permanecían en aislamiento. Así, un preso con antecedentes de enfermedad mental se ahorcó en su celda el pasado mes de septiembre tras pasar más de una década en ADX recibiendo únicamente una atención psiquiátrica intermitente, cuando en los días previos a su muerte mostraba síntomas de psicosis de los que, al parecer, se había hecho caso omiso.
Amnistía Internacional consideró “inquietante” que el Gobierno de Barack Obama estudie ampliar el uso del régimen de aislamiento en las prisiones federales, ya que los planes sobre el Centro Penitenciario Thomson (Illinois), una nueva prisión de supermáxima seguridad, incluyen disposiciones relativas al régimen de aislamiento, lo que reproduciría el sistema de ADX.
“Es el exponente máximo de la filosofía de ‘almacenar’ a los presos y la idea de que el Gobierno estadounidense planea ampliar la práctica pese a la preocupación internacional que suscita resulta francamente inquietante. El uso de esas formas de aislamiento va más allá de las medidas penitenciarias legítimas, y se adentra en el terreno del trato cruel e inhumano”, señaló Guevara, quien añadió que el Gobierno estadounidense “debe garantizar que el régimen de aislamiento sólo se utiliza en circunstancias excepcionales, como último recurso, y nunca durante periodos prolongados o indefinidos. Ningún preso que padezca una enfermedad mental o corra el riesgo de padecerla debe ser recluido en régimen de aislamiento”.

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