(ampliación) ébola. Expertos ven "muy difícil" que los inmigrantes de melilla o el estrecho puedan expandir la enfermedad


El portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), José Antonio Pérez Molina, aseguró este jueves que es “muy difícil” que los inmigrantes que saltan la verja de Ceuta y Melilla o que cruzan el Estrecho de Gibraltar puedan extender el ébola en España, ya que la enfermedad requiere de un periodo de incubación de unas pocas semanas y estas personas tardan meses e incluso años en llegar a la frontera española.
En una multitudinaria rueda de prensa, Pérez Molina destacó que estas personas suelen pasar “meses o incluso años en su ciclo migratorio”, y el tiempo de incubación máximo desde que una persona se infecta hasta que manifiesta síntomas es de 21 días.
“Si alguna ventaja tiene esta enfermedad es que es muy rápida”, con lo que sería “muy complicado” que alguien infectado pudiese pasar a España, precisó el experto.
Señaló que “no debemos pensar que cualquier africano es potencialmente una persona infecciosa”, pues “primero hay que ver si procede de la zona de epidemia (África Occidental)”, y además tendría que haberse contagiado justo los días previos.
Del mismo modo, estimó “muy complicado” el contagio a través del tráfico aéreo, ya que ”no se dejaría embarcar a nadie con síntomas” y “hay protocolos de seguridad”. “El riesgo cero no existe”, pero se “han puesto en marcha las medidas para evitar la diseminación del virus”.
El vicepresidente de la Seimc, Rafael Cantón, quiso, por su parte, “tranquilizar a la población” española, pues “es muy difícil que un virus de estas características se expanda como la gripe aviar”.
El contagio se produce “a través de contacto directo con los fluidos (sangre, secreciones, saliva...)” y, de hecho, muchos de los contagios en África Occidental se deben a la ausencia de protocolos de seguridad, por lo que “en Europa serían imposibles”.
AYUDA EN ORIGEN
En cuanto a la alerta decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Pérez Molina precisó que no quiere decir que el virus “se vaya a expandir por todo el mundo, sino que este es un problema de todos y que hay que ayudar a estos países, cuyos sistemas sanitarios no dan abasto”.
Se trata de que “no miremos para otro lado y enviemos ayuda”, pues “incluso desde un punto de vista egoísta, la mejor manera de prevenir es combatir el foco de epidemia en origen, en África”.
Desde diciembre han muerto más de 1.000 personas en unos países con condiciones sanitarias muy precarias, pero muchos más fallecen a causa de la malaria, otras enfermedades o el hambre, subrayó.
Preguntado sobre el personal del hospital Carlos III que ha tratado al Padre Miguel (fallecido por ébola el martes), Cantón señaló que solo aquellos trabajadores que han estado expuestos al contagio deben someterse a análisis, con lo que “si ninguno se ha puesto en riesgo, y no hay constancia de ello, no hay que realizar ninguna prueba especial”.
Otra cosa son las personas “sospechosas de haber sido infectadas”, a las que sí habría que someter a una vigilancia, como sucede con la monja Juliana Bonoha que fue trasladada desde Liberia junto al padre Miguel.
Permanece en cuarentena, pues aunque el tiempo normal en que se manifiesta la enfermedad oscila de 4 a 14 días, se dejan 21 como tiempo máximo. El ébola solo se contagia cuando aparecen los síntomas, indicó.
Finalmente, Cantón se mostró precavido en cuanto a la aparición de nuevas vacunas y tratamientos contra el ébola prometidos por la OMS.
“Aunque se pueden acelerar los tiempos, siempre hay que respetar unos períodos mínimos”, subrayó Cantón, quien se preguntó qué pasaría si sale una vacuna que “no resulta efectiva o que produce daños para la salud”. De hecho, ayer la OMS se pronunció sobre si es ético distribuir un tratamiento en fase experimental, pero de ningún modo se refirió a su regulación definitiva, concluyó.

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