Andalucía. Indemnizan con 56.000 euros a una paciente con cirrosis hepática irreversible por un retraso de diagnóstico


El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha indemnizado con 56.084 euros a una mujer (T. N. C.) que ha quedado afectada con una cirrosis hepática irreversible como consecuencia de un retraso de diágnóstico al demorarle las pruebas para detectar su enfermedad.

Según informó este lunes la asociación El Defensor del Paciente, cuyos servicios jurídicos han llevado el caso, el SAS ha dictado una resolución en la que estima parcialmente la reclamación patrimonial interpuesta por la paciente por un defectuoso tratamiento médico recibido.
De acuerdo con la citada asociación, la mujer fue atendida por una elevación de enzimas hepáticas para estudio de transaminasas, sufriendo una demora y un retraso injustificado en el diagnóstico por no realizarle pruebas como la ecografía, que hubiera detectado el nivel de transaminasas, con lo que le ha quedado una cirrosis hepática irreversible de por vida.
Los hechos se remontan a julio de 2006, cuando la paciente fue a un centro de salud aquejada de nauseas y vómitos, y el médico de familia le solicitó analítica en la que se detectan cifras altas de transaminasas, por lo que es derivada a Digestivo. En un nuevo análisis se vuelven a detectar transaminasas altas, por lo que le hacen una ecografía, en la que no se detecta nada patológico.
Según El Defensor del Paciente, en los meses siguientes continuaron haciendo a la paciente controles de sangre, todos ellos con resultados anómalos, pero hasta diciembre de 2008 no vuelven a hacerla una ecografía abdominal, después de derivarla de manera extraoficial al servicio de Digestivo del Hospital Puerta del Mar, Hospital de Día de Cádiz.
Tras esta ecografía la diagnostican una hepatopatía crónica de probable origen autoinmune, que en pruebas posteriores se confirma que está en un estadio de cirrosis, por lo que es tratada con inmunosupresores y corticoides. Además, desde junio de 2009, la paciente está siendo atendida de manera continuada por la Unidad de Salud Mental de un Transtorno Adaptativo.
El SAS reconoce que existió un retraso en el diagnóstico y tratamiento de la hepatopatía de origen autoinmune presentada por la paciente, que no fue diagnosticada, por lo que no se inició tratamiento específico hasta enero de 2009.

Mostrar comentarios