Así batirá el Banco de Alimentos el récord de ayuda para los más pobres de España

    • Del viernes al domingo se realizará la campaña de gran recogida de productos, que este año marcará un hito: las donaciones llegarán a casi 200.000 familias desfavorecidas. 
    • Veinte mil voluntarios, 1.000 puntos de recepción, medio millar de entidades adheridas y tres millones de kilos de comida donada construyen este fenómeno solidario sin precedentes en Madrid. 
La cadena de la solidaridad en Madrid
La cadena de la solidaridad en Madrid

Casi 20.000 voluntarios, tres millones de kilos de alimentos, un millar de asociaciones adheridas y una ayuda que será entregada a cerca de 200.000 familias desfavorecidas solo en la Comunidad de Madrid. Son algunas de las cifras que construyen un auténtico récord. Este fin de semana, desde el viernes 27 al domingo 30, los españoles volverán a dar muestras fehacientes del espíritu solidario en épocas adversas. Un total de 55 Bancos de Alimentos, integrados en la Federación Española de Bancos de Alimentos en el país lanzarán la tercera campaña anual “Gran Recogida de Alimentos”.

Nunca antes, desde que comenzó esta iniciativa, hace tres años, el volumen de productos donados y el número de beneficiarios en el Banco de Alimentos de Madrid habrán alcanzado semejante magnitud como los de ahora. Lainformación ha transitado junto a voluntarios, integrantes de las ONG y a los más humildes (que reciben las ayudas) cada uno uno de los pasos que constituyen un fenómeno solidario sin precedentes. A nivel nacional, las cifras también impactan: habrá 110.000 voluntarios por todo el país, para recoger 21 millones de kilos de alimentos. Lo que se pretende es entregar 115 kilos de comida a cada español necesitado al año.

“Ya hemos tocado fondo con la crisis, es verdad... Pero nos encontramos en el peor momento porque ahora se están vislumbrando los verdaderos efectos de tantos años difíciles para muchísimas familias. Nunca antes vimos esta necesidad de ayuda que reclaman los más desfavorecidos. En la actualidad hay más de 300.000 familias que necesitan asistencia básica como la provisión de alimentos para poder subsistir”, comenta Rosa Vinagre, una de las portavoces del Banco de Alimentos de Madrid."Una cifra que jamás habíamos alcanzado"

Mientras habla, un bullicio ensordecedor de voluntarios y un trasiego constante de vehículos que transportan mercaderías envuelve la escena en este lugar que se prepara para la “Gran Recogida”. Los voluntarios trabajan a destajo. De los 300 habituales en una época normal del año, ahora han pasado a ser más de 16.000, en estos días claves previos al lanzamiento de la iniciativa.“La idea es llegar a los 20.000 voluntarios durante el fin de semana, una cifra que jamás habíamos alcanzado”, afirma la mujer.

Para establecer este hito, basta con analizar algunos datos: durante la primera campaña de recogida anual, en 2013, se recibieron 1.460.000 kilos de alimentos, hubo 14.210 voluntarios y las entidades que participaron de la misma (puntos de donación) fueron 650. El pasado año se recolectaron 2.625.000 kilos de alimentos, el número de voluntarios aumentó a 16.350 y los puntos de donación fueron más de 900. En la inminente edición, además de superar todos esos ítems, los artífices de esta idea prevén que el número de asistidos se amplíe en más de 20.000 familias, lo que representa un 15% más de beneficiarios (el año pasado fueron 162.000).

Los muelles de carga y descarga no dan abasto para la entrega de alimentos. Desde aquí se reparten más de 50.000 kilos de productos diarios hacia medio millar de entidades benéficas. Y son 70.000 en total, si se tienen en cuenta los otros tres grandes centros adscriptos al Banco de Alimentos de Madrid: Alcalá, Alcorcón y Mercamadrid.

En la cadena de la solidaridad, desde que son recibidos en estos lugares y después parten hacia las asociaciones y llegan a manos de los más pobres, los alimentos atraviesan varios pasos y eslabones de intermediarios: admisión, recepción, clasificación y reparto. Cuando este viernes comience oficialmente la gran campaña de recogida, en el número 6 de la calle Floresta del barrio madrileño de Las Tablas, habrá un motivo más para que miles de personas se sientan orgullosas por su trabajo silencioso y desinteresado. No es para menos.

Historias humanas detrás de la ruta de la solidaridad

Jaime, 54 años. Voluntario.

“Había perdido todo y decidí arrancar otra vez de cero. Tenía un astillero en Tarragona y lo destruyó la crisis. Vine a Madrid y ofrecí mi ayuda en los centros sociales. ¿Sabe por qué es tan bonita esta función? Porque uno recibe más de lo que da. Yo tengo tres hijas y, más allá de los motivos económicos que genera la pobreza, el perfil de quienes necesitan ayuda también pasa por otras cosas. Nadie habla de otras consecuencias terribles de la crisis, como el desmembramiento de miles de familias”.

Bienvenu. 29 años. Estudiante y voluntario

“Quise ser voluntario porque conozco mejor que nadie lo que es pasar hambre. Vine hace dos años de Camerún y tuve que recibir alimentos del Banco para subsistir. Ahora que estoy mejor y puedo continuar con mis estudios, es el momento de prestar mi ayuda, de manera desinteresada, a los que menos tienen. Mi misión es devolver todo el afecto y la ayuda que me han dado”.

Juan, 33 años. Repartidor de alimentos

“Con mi compañero Florin llevamos las donaciones del Banco de Alimentos de Madrid a la Iglesia Pentecostal de Vicálvaro, que asiste a más de un centenar de familias. Yo he visto de todo. Niños que acuden al colegio sin desayunar, padres que esperan horas haciendo cola a la intemperie, con temperaturas bajo cero, para llevarle una bolsa de desayuno a sus hijos... Son imágenes cotidianas que vemos todos los días”.

Pancho, 59 años. Arquitecto y voluntario

“Este trabajo de voluntariado me ha dado muchas satisfacciones. Soy arquitecto, pero por la crisis no puedo ejercer mi profesión. Me gano la vida como empleado de una tienda, pero aquí he aprendido a trabajar en equipo. Lo más importante para mí es que ser voluntario te permite ocupar la cabeza, y ofrecer ayuda a los que menos tienen”.

Rosa, 68 años. Portavoz y voluntaria

“La apuesta de este año es que las personas se alimenten mejor... y llegar a más gente Son miles los desfavorecidos que comen mal en este país. Esto no es África, es verdad... No hay casos de desnutrición. Pero en muchísimos hogares españoles solo se come arroz y pasta. Queremos agradecer con el corazón la increíble labor de todos los voluntarios. Y a quienes se quieran sumar, les pedimos que se contacten con nuestro Banco al teléfono 917347902”.

Eva pasó de tener todo a malvivir: "¿Cómo comemos tres personas con 100 euros al mes?”

Eva, española, de 43 años, tiene una hija de 12 y un pasado (no tan lejano) en el que disfrutaba de una vida próspera. Pero en los últimos años todo cambió para esta esteticista y masajista: se quedó sin trabajo. Madre soltera, debe mantener a su pequeña y también ayudar a su madre con los gastos de la casa. Primero perdió la vivienda en la que residía, y tuvo que mudarse con la menor al hogar de su progenitora. Después acudió a los Servicios Sociales, desesperada, y sus asistentes la derivaron a la Fundación Alberto y Elena Cortina para que pueda obtener alimentos de manera gratuita.

Allí funciona el primer y único supermercado“Ecosolidario” de España. El 30% de los productos que se proporcionan a los beneficiarios provienen del Banco de Alimentos de Madrid (principalmente frutas y verduras). El resto los aporta la fundación. Este establecimiento propone un sistema peculiar y novedoso. Aquí los usuarios (más de 500) no reciben bolsas de comida como en otras ONG. Hacen la “compra”, literalmente, de los productos que más necesitan. Ellos los escogen. Pero no pagan nada. Son portadores de una tarjeta que contiene determinada cantidad de puntos, dependiendo de cada caso. Los alimentos en las góndolas, precisamente, no tienen precio en euros... sino en puntos. Cuando los agotan, deben esperar hasta el mes siguiente y la tarjeta vuelve a cargarse.

“Yo vivía muy dignamente. Tenía un buen trabajo, difrutaba de viajes en mis vacaciones, le proporcionaba una excelente educación mi hija... Podía darle todos los gustos a ella y nunca creí que llegaría este momento. Te rompe el alma ahora que tu pequeña te pida una bolsa de gusanitos y no puedas comprársela. Entonces entras en una depresión de caballo”, afirma. Periódicamente, ella acude al Ecosupermercado solidario para obtener la comida que le permita subsistir. “Mi madre cobra una pensión de 500 euros, pero tenemos gastos fijos por 400, entre impuestos, comunidad, vestimenta... ¿Cómo hacemos tres personas para comer con 100 euros al mes?”, finaliza.El Banco de Alimentos de Madrid

El Banco de Alimentos de Madrid es una organización benéfica sin ánimo de lucro cuyo fin es la consecución gratuita de alimentos de todas clases, y cuya donación y distribución posterior hace también gratuitamente entre entidades benéficas legalmente reconocidas, dedicadas a la asistencia y cuidado directo de personas necesitadas (disminuidos psíquicos y físicos, ancianos y niños desvalidos, familias marginadas, drogadictos en recuperación, enfermos de SIDA, etc...) dentro de la Comunidad de Madrid.

En él trabajan de forma habitual voluntarios, en número superior a cien , la mayoría profesionales jubilados, que prestan sus conocimientos de gestión, capacidades técnicas y manuales, de forma altruista, al igual que varios centenares de colaboradores en acciones puntuales.

El Banco de Alimentos de Madrid, es miembro de la Federación Española de Bancos de Alimentos, que agrupa en la actualidad a 55 Bancos de Alimentos, de toda España y, a través de ella, de la Federación Europea de Bancos de Alimentos.

Mostrar comentarios