Ataque a centro gay en 2009 fue un acto de venganza por ataque sexual a menor

Jerusalén, 11 jun.- El ataque en 2009 a un popular centro gay de Tel Aviv, en el que murieron dos personas, fue un acto de venganza por un ataque sexual a un menor de edad por parte de un miembro de la comunidad homosexual, informó la Policía israelí al levantarse hoy el secreto de sumario sobre el caso.

Los detalles de la investigación, que ha demandado más de cuatro años de trabajo y millones de shékels, estaban hasta esta mañana bajo secreto, aunque la justicia ha permitido la difusión de algunos datos después de que la policía revelara ayer, de forma errónea, el contenido del expediente.

"No se trata de un caso de homofobia, se trata de un acto de venganza a raíz de otro delito anterior", confirmó a Efe Miki Rosenfeld, portavoz de la Policía israelí.

Los hechos del conocido como expediente Bar Noar, por el nombre del centro atacado, ocurrieron el 1 de agosto de 2009, cuando un individuo encapuchado, vestido de negro y armado con una pistola "Jericó", muy común entre los organismos de seguridad israelíes, abrió fuego contra los participantes en una actividad semanal de apoyo y asesoramiento antes de salir del armario.

Las dos víctimas mortales fueron identificadas como, Nir Katz, de 26 años, monitor de la asociación, y Liz Trubishi, una adolescente de 16.

Desde el principio, la Policía, que llegó a encontrar la pistola a 30 kilómetros de Tel Aviv, pensó de que se trataba de un atentado de carácter xenófobo.

"El móvil ha resultado estar relacionado con una venganza y no con el odio a homosexuales", explicó Rosenfeld.

El crimen tenía como móvil el intento de asesinato de un dirigente de la comunidad homosexual, también detenido y cuya identidad sigue bajo secreto de sumario, que mantuvo relaciones sexuales con un menor de 15 años.

Un primo de la víctima, identificado como Hagai Felician, fue quien organizó días después la venganza con otras dos personas, todas ellas detenidas.

La Policía israelí ha interrogado desde entonces a más de 2.000 personas en relación con el crimen, y hasta infiltró a sus agentes en actos de la comunidad homosexual y siguió las redes sociales durante años.

Pero sólo comenzó a descifrarlo hace unos seis meses, cuando un preso homosexual encarcelado por otros delitos se sintió traicionado por sus cómplices, todos con expediente delictivo, y lo denunció.

Según Rosenfeld, los atacantes llegaron al centro gracias a la información que les dio el ahora testigo de cargo sobre que el agresor sexual se encontraría allí.

"Al entrar abrieron fuego indiscriminadamente con la intención de matarle aunque no estaba realmente y murieron otras dos personas", explicó el portavoz.

Por las implicaciones del caso, la Policía de Tel Aviv recibió un presupuesto ilimitado para la investigación, que es ya una de las más caras de la historia policial del país.