Bale fuera, Isco dentro en el Clásico: perder un rematador y ganar un pasador

    • La baja del galés cambiará la textura del Madrid en el Clásico. Bale da un pase cada cuatro minutos, Isco cada noventa segundos.
    • Bale ha rematado 18 veces a portería en la Liga BBVA por solo tres de Isco, que ante Levante dio 97 toques de balón.
Isco, titular frente al Cornellá
Isco, titular frente al Cornellá

La definitiva baja de Gareth Bale en el clásico del sábado definirá qué es el Real Madrid. La lesión en el músculo piramidal del extremo galés le apartará del partido más importante del primer tramo de la temporada. Ante su baja, emerge una vez más la figura de Isco, un perfil de futbolista que poco tiene que ver con Bale. Los dos son fenomenales jugadores pero hablan diferentes idiomas. Isco es la pausa, la asociación y el toque. Bale es aceleración, ruptura y remate. Ganar un pasador, perder un finalizador. Esa es la cuestión.

Desde que llegó, Ancelotti se aventuró en la empresa de añadir al Madrid el registro de ser un equipo que se organice con el balón. Durante la época de Mourinho, el equipo perfeccionó hasta llevar a la categoría de arte el contragolpe, una virtud que el equipo sigue explotando. Lo hace por la predisposición de Bale y Cristiano a desplegarse y rematar. Ambos son dos delanteros con la portería en la cabeza. La línea más cercana entre un punto y otro es la que ellos trazan. Bale ha disparado 18 veces a portería. El extraterrestre Cristiano 41.

En este Madrid de los galgos, Isco es otro sello. El volante español ha dado 263 pases buenos en lo que va de curso respecto a los 158 de Bale, que ha jugado 250 minutos más. El exjugador del Málaga interviene para dar un servicio bueno cada noventa segundos de juego, mientras que el Expreso de Cardiff sólo se asocia una vez por casi cada cuatro minutos de juego. Frente al Levante, Isco tocó el balón 97 veces.

El galés ha disparado quince veces más que Isco en la Liga BBVA. La producción ofensiva que ha generado Bale contempla cuatro goles, nueve ocasiones creadas y tres asistencias. Similares números de Isco en mucho menos tiempo: un gol, diez ocasiones creadas y tres pases de gol.

La trayectoria de Isco en el Real Madrid es un prodigio de la adaptación. Su fulgurante inicio del curso pasado en nada se pareció al nudo y desenlace de su primer año en el club, en el que tuvo que someter su talento al trabajo para terminar siendo clave en la final de la Copa del Rey y la ida de las semifinales de Champions ante el Bayern. En la final de Lisboa su talento fue clave para volcar el partido hacia la portería rojiblanca.

Lo que demostró Isco en los otros dos partidos mencionados, fue su ambición de triunfar y su capacidad de sacrificio. Durante muchos minutos, el futbolista más talentoso de su generación, tuvo la misisón de tapar agujeros, pegar las líneas del equipo y morder a virtuosos como Robben, Messi o Neymar. Un trabajo que también tendrá que desempeñar el sábado en el clásico.

Confirmada la baja de Bale, el Madrid de los centrocampistas tendrá la reválida definitiva ante el Barcelona después de su buena imagen ante el Levante. La reconversión forzosa de James es otra de las claves del mecano. "Puede hacer de Di María", dijo el entrenador, resuelto a explotar dos cosas. La insospechada capacidad física del futbolista y su bonhomía para plegarse a las necesidades del equipo aunque eso suponga alejarse veinte metros del área, su hábitat natural. "No hay goles sin sacrificio, lucha y concentración", expuso Ancelotti tras el partido en Levante. Con Bale fuera de la circulación, vía libre para Isco, uno de los favoritos de Chamartín.

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