Barraquer: Ordenador no produce radiaciones peligrosas pero sí más cansancio

  • El profesor Joaquín Barraquer, que hoy recibe en Oviedo la Medalla de Oro del Instituto Fernández-Vega por su labor clínica y docente que le ha convertido en una "eminencia internacional" en oftalmología, ha dicho que el ordenador "no produce radiaciones peligrosas para el ojo" pero sí "más cansancio".

Oviedo, 19 dic.- El profesor Joaquín Barraquer, que hoy recibe en Oviedo la Medalla de Oro del Instituto Fernández-Vega por su labor clínica y docente que le ha convertido en una "eminencia internacional" en oftalmología, ha dicho que el ordenador "no produce radiaciones peligrosas para el ojo" pero sí "más cansancio".

Esta ha sido una de las reflexiones de Barraquer en la rueda de prensa ofrecida junto a Luis Fernández-Vega, director médico del Instituto que lleva el apellido de esta saga de oftalmólogos asturianos.

A punto de cumplir 86 años el próximo 26 de enero, Joaquín Barraquer ha revelado que aún realiza quince operaciones semanalmente, más de la mitad de ellas dentro de la obra social de su propia Fundación.

Barraquer ha dicho que agradece de "todo corazón" la distinción que le ha concedido el Instituto Oftalmológico. "Sé que más que por mis méritos propios es por la amistad que la familia Fernández-Vega tiene conmigo", ha añadido.

Sobre la aportación de la dinastía Barraquer a la oftalmología ha indicado que a él le ha tocado "recoger y aumentar en todo lo posible" la herencia que su padre y su hermano, y entre esas sumas ha mencionado las relacionadas con las cirugías de catarata, glaucoma y trasplantes de cornea.

"Los trasplantes de córnea que hace 200 años eran un sueño se realizan actualmente con mucha seguridad", ha opinado el doctor en referencia a "grandes avances" como las medicaciones que en forma de colirios contribuyen a las adaptaciones de los injertos para frenar las defensas del cuerpo.

A su juicio, las similitudes entre Barraquer y Fernández-Vega es que ambos tienen los "mismos intereses y pasiones", y ha rememorado una frase de su padre en la que le reiteraba la necesidad de "meterse en la piel del paciente" para tratar a éste como le gustaría que él le atendieran.

Más de trescientos empleados y veinticinco oftalmólogos fijos, además de los residentes, aglutina el centro Barraquer en Barcelona mientras que el Instituto Fernández-Vega, que cuenta con una plantilla de doscientos trabajadores, recibe cada año a casi 100.000 personas, 65.000 de ellas procedentes de fuera de Asturias, según Luis Fernández-Vega.

Ha definido como "fundamental" la relación médico-paciente y ha defendido la vigencia de un "fármaco" que tenía su padre, que llamaba "Cicacoa" por su composición de "ciencia, cariño, comprensión y ánimo", del que había que dar la dosis adecuada en función de cada paciente.

"No ha habido muchas clínicas oftalmológicas en España que se hayan mantenido más de cien años", ha dicho sobre la de Barraquer y la suya propia, cuyos comienzos ha situado coincidentes en el tiempo.

"Nuestro arranque fue en el año 1886, a cargo de mi bisabuelo que fue coetáneo del abuelo de Joaquín Barraquer", ha explicado Luis Fernández-Vega, la tercera generación de la saga familiar, que destaca la "ilusión" que le produce entregar a su maestro la "mayor distinción" que posee la clínica.

Joaquín Barraquer, doctor 'honoris causa' y profesor honorario de once universidades, ha revolucionado en los años 60 las técnicas quirúrgicas de la catarata y fue pionero en la inclusión de lentes intraoculares para corregir la miopía, así como una referencia en trasplantes de córnea.

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