Bolivia presume de acabar con el racismo indígena gracias a la "gran revolución política" de evo morales


El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, presumió este viernes en Madrid en el marco del Fórum Europa, de que su Gobierno ha conseguido en pocos años acabar con el "régimen excluyente y racista" que existía en su país, gracias a la "gran revolución política" puesta en marcha por Evo Morales.
García Linera hizo estas declaraciones durante su participación en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, en el que destacó que su nación está realizando una "gran transformación y revolución de carácter político, social, institucional y económico".
García Linera admitió que "como toda revolución, lleva complicaciones y dificultades; pero como cada revolución, lleva un antes y un después" que permite comprobar la evolución del país.
Como prueba, esgrimió que con Evo Morales se ha puesto fin al "régimen excluyente y racista" que durante muchos años excluyó a los ciudadanos de origen indígena de los cargos públicos y puestos de responsabilidad.
"En ningún solo momento los pueblos originarios indígenas, portadores de una gran cultura y civilización, pudieron gobernar nuestra patria. Esta es la gran deuda histórica que arrastró nuestro país", dijo.
El vicepresidente de Bolivia definió la llegada de Evo Morales a la presidencia como una "gran revolución política" que ha permitido iniciar un proceso de inclusión de toda la población indígena en otros estamentos e instituciones, como a su juicio pone de manifiesto que en la Asamblea Nacional haya un 67% de diputados procedentes del movimiento indígena.
García Linera destacó que este cambio se ha producido en Bolivia "sin una guerra civil", por lo que definió esta revolución política como "la más importante de los últimos 100 años en el continente americano".
Además, destacó que en los últimos años se han reducido las "diferencias escandalosas" que existían entre los más ricos y los más pobres, lo que ha servido para conseguir una disminución "gigantesca y revolucionaria de la pobreza".
Indicó que antes había "muy pocos servicios básicos" que ahora se está corrigiendo y que entre la población había un "amplio porcentaje que no tenía agua potable".
El vicepresidente boliviano subrayó el "gigantesco desarrollo" que ha experimentado el país en todos los frentes y, como ejemplo, citó que se ha pasado de una inversión pública de 600 millones a 6.000, lo que supone multiplicar por diez la cifra en seis años.
Esta circunstancia es posible, entre otras cosas, porque la expropiación de los negocios de hidrocarburos el Estado ha pasado de recaudar 300 millones de dólares en impuestos a unos 5.000 en 2013, aunque confía en que "pronto" lleguen a 10.000 millones.
En cuanto a la inversión extranjera, García Linera manifestó que de los 250 millones de dólares que existían de inversores privados en 2005 se ha pasado en la actualidad a 1.500 millones. "No es suficiente, se puede mucho más y estamos pendientes a que haya más inversión extranjera", dijo.

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