Bugallo ve la visita del Papa como un reconocimiento al Camino y a Santiago

Santiago de Compostela.- La visita del Papa el próximo 6 de noviembre a Compostela es un "reconocimiento" a la recuperación del fenómeno xacobeo y a la "importancia" que se da desde el Vaticano al Camino, a la peregrinación y a la ciudad, ha destacado el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo.

En una entrevista con Efe, el regidor de la capital gallega dijo esperar de los compostelanos que sean "buenos anfitriones" y hagan "cómoda" la estancia a todas aquellas personas que viajen a Santiago con motivo de la visita de Benedicto XVI, pero que también participen en este evento.

Ésta será la tercera vez que un Papa viaje a Compostela en los últimos 30 años y la segunda que lo haga en Año Santo, después de la primera que realizó Juan Pablo II en 1982.

"Es un reconocimiento de la consolidación del fenómeno jacobeo, o para ser más exactos de la recuperación del fenómeno jacobeo, y de alguna manera implica la importancia que desde Roma y desde el Vaticano se le da a este fenómeno, al Camino de Santiago, a las peregrinaciones hacia Santiago y al propio Santiago", aseveró.

Por ello dijo esperar que no haya "ningún tipo de problema y de incidente" y sí un "gran calor humano", pues da por supuesto que la visita será de "una belleza plástica extraordinaria".

"Sobre todo espero que se recuerde como un acto entrañable de comunicación del pontífice con sus fieles", agregó el alcalde.

Desde el punto de vista de la proyección internacional de la ciudad, Sánchez Bugallo reconoció no albergar "ningún género de dudas" de que será enorme, incluso más directa sobre la propia ciudad porque en las visitas anteriores se celebraron sus actos centrales en el aeropuerto y en el Monte do Gozo, mientras que ésta vez se hará en la misma Plaza del Obradorio, con una misa multitudinaria.

Para ello, el Ayuntamiento ha preparado la organización de los estacionamientos, la circulación y los cortes de calles para que "pueda discurrir correctamente" la comitiva.

Sin mencionar cifras, el regidor compostelano indicó que el gasto de esta visita será "sin lugar a dudas superior" a los tres millones estimados por la Xunta, si bien consideró esta cantidad una "inversión" en la que el Ayuntamiento también toma parte con gastos en transporte público, infraestructuras o refuerzo de los servicios de seguridad o limpieza.

"Desde el punto de vista económico, lo que no tengo es ninguna duda de que es una inversión muy rentable", subrayó Sánchez Bugallo, para quien se obtiene "muchísimo más" que lo que se gasta y "lo principal" es que transcurra "bien" y que el Papa "consiga sus objetivos y la Iglesia española también", insistió.

"Si ellos lo consiguen la ciudad también lo va a conseguir", auguró al apuntar a un trabajo "muy a largo plazo", en el que incluyó, en 2013, el 1.200 aniversario del Camino de Santiago.

"Cuando hablamos de un fenómeno que se viene produciendo y funcionando desde hace 12 siglos y que en casi los últimos 900 años podemos considerarlo un fenómeno muy consolidado, pues es evidente que la preocupación fundamental es cómo se verá esto en el conjunto", sostuvo.

Sobre la disconformidad de algún colectivo acerca de la financiación pública de un evento de la religión católica, Sánchez Bugallo recordó que el Camino siempre fue "abierto" y "hoy más que nunca", pues alrededor de un 35 por ciento de los peregrinos no lo recorre por motivos religiosos, precisó, y la propia ciudad tiene una vinculación "especial" con la Iglesia.

"Es una de las pocas ciudades que en lugar de construir una iglesia, es una iglesia la que construye la ciudad alrededor. Eso está en la carta de naturaleza de la propia ciudad", explicó Bugallo sobre Santiago, donde conviven, dijo, más de 70 nacionalidades.

Acerca de las obras que tienen la "ciudad levantada", tal y como le reprochó su "amigo" el ex conselleiro de Cultura e impulsor del primer plan Xacobeo en 1993, Víctor Manuel Vázquez Portomeñe, el alcalde ironizó al afirmar que "todos los Años Santos tocan en Santiago", unos 14 cada siglo, y la ciudad "no se puede parar".

"La ciudad tiene que hacer su propio camino y no siempre coinciden los plazos", subrayó el regidor, quien agregó que los peregrinos ni mencionan estas obras en las encuestas porque "son minucias y no les preocupa especialmente".

En todo caso, recordó a Portomeñe que el Año Santo del 93 iba a contar con el Palacio de Congresos que se inauguró en 1995, o con una terminal aeroportuaria que lo hizo en 1994.

El alcalde dijo no tener claro si rezar serviría para que el próximo 6 de noviembre no lloviera pero "ojalá las condiciones climatológicas acompañen", confesó.