Cada año se diagnostican en España 3.500 nuevos casos de tumores cerebrales

  • Cada año se diagnostican en España 3.500 nuevos casos de tumores cerebrales, una enfermedad de baja prevalencia, por lo que la información disponible es escasa, a pesar de que los afectados reclaman todos los datos posibles para poder tomar las decisiones necesarias sobre su tratamiento.

Madrid, 7 jun.- Cada año se diagnostican en España 3.500 nuevos casos de tumores cerebrales, una enfermedad de baja prevalencia, por lo que la información disponible es escasa, a pesar de que los afectados reclaman todos los datos posibles para poder tomar las decisiones necesarias sobre su tratamiento.

"El tumor cerebral no es tan elevado como otro tipo de cáncer, pero a nadie le gustaría ser uno de estos números", ha señalado el presidente de la Asociación de Afectados por Tumores Cerebrales (Asate), Oscar Prieto, en una rueda de prensa con motivo del Día Internacional de esta enfermedad que se celebra mañana.

Se trata de una de las patologías que más impacto provoca en la vida de los pacientes, por lo que es necesario que quienes la sufren cuenten con una información "seria y rigurosa", ha reclamado.

"Cuando te diagnostican un tumor cerebral no sabes lo que te va a ocurrir, lo que crees es que saldrás de la operación bien y, sin embargo, te encuentras con secuelas con las que tienes que vivir el resto de tu vida. Es necesario saber esto antes de tomar una decisión sobre el tratamiento", ha explicado.

Un enfermo -ha señalado Prieto- puede preferir la quimioterapia a la cirugía, a pesar de que no tenga el mismo grado de éxito, en lugar de verse obligado a pasar el resto de su vida en una silla de ruedas.

En este mismo aspecto ha coincidido el coordinador del Comité de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Pedro Pérez Segura, quien ha explicado que el tratamiento curativo puede conllevar una serie de déficits y problemas que el paciente debe conocer.

"La valoración de la calidad de vida del paciente no la debe hacer el médico, sino el propio paciente", ha subrayado este experto, que se ha mostrado partidario de llegar a un acuerdo prequirúrgico que establezca "hasta dónde podemos llegar y a cambio de qué".

Una vez tratados, estos pacientes requieren de un proceso de rehabilitación neurológica que, según la directora del Centro Dacer especializado en la rehabilitación del daño cerebral, Lorena Rodríguez, debe realizarse de manera "individualizada, temprana e intensiva".

"Después de una intervención quirúrgica empieza una nueva vida que, a veces, tiene muchas limitaciones", ha indicado.

Las secuelas que sufren estos pacientes suelen ser dificultades para comunicarse, motoras, sensoriales, cognitivas, etc.

Esta experta ha explicado que, tras una lesión de este tipo, el cerebro tiene capacidad potencial para reorganizar sus conexiones sinápticas y crear nuevas ramificaciones neuronales que compensen las áreas cerebrales dañadas.

Para que este proceso tenga éxito, Rodríguez ha insistido en la importancia de que los centros de rehabilitación creen entornos terapéuticos reales para aprovechar todo el potencial de reaprendizaje del cerebro.

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