Un partido del campeonato israelí acaba en incidentes por tensiones sociales

El partido del campeonato israelí entre el Sakhnin y el Hapoël Tel-Aviv concluyó el lunes por la tarde con altercados entre jugadores y cuerpo técnico de ambos equipos, por tensiones derivadas del conflicto palestino-israelí.

El pequeño estadio de Sakhnin, localidad mayoritariamente árabe del norte de Israel, se convierte en una caldera para los equipos visitantes, en un contexto de tensiones étnicas y religiosas entre las comunidades árabe y judía del país.

Tras el pitido final (0-0), el entrenador del conjunto local, único equipo árabe-israelí en la élite, Yossi Abuksis, intercambió airadamente unas palabras con un miembro del cuerpo técnico del equipo rival, siendo las imágenes recogidas por la televisión.

Entonces se produjo un aglomeración de personas en torno a ellos, acabando en el suelo el entrenador del Sakhnin. Sólo la intervención de las fuerzas de seguridad y de varios jugadores que conservaron la cabeza fría evitaron que el incidente no derivase en una batalla campal.

"No sabía si jugábamos en Israel o en Ramala -en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde hace más de 50 años-", reaccionó el centrocampista ofensivo del Maccabi Tel-Aviv Eran Zahavi, que ostenta el récord de goles anotados en el campeonato, citado por los medios.

Los árabes-israelíes, descendientes de los palestinos que permanecieron en sus tierras cuando se creó Israel en 1948, se consideran comúnmente como palestinos, aunque ostentan la ciudadanía israelí. Representan el 17,5% de la población del país.

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