Los candidatos a rector de la UB coinciden en no generalizar el decreto 3+2

Los siete candidatos que aspiran a rector de la Universitat de Barcelona (UB), cuyas elecciones se celebran el 28 de noviembre, han coincidido en la necesidad de no generalizar la aplicación del decreto 3+2, y algunos han reclamado que se equipare el coste de los másters a los grados.

En un debate electoral celebrado en la universidad este martes, el catedrático de Derecho Procesal David Vallespín ha afirmado que el decreto 3+2 no puede "generalizarse para todas las titulaciones, más bien lo contrario".

Ha afeado que el planteamiento actual de este modelo se basa en "términos economicistas", y ha dicho que en caso de aplicarse debería responder a criterios académicos y no suponer un incremento del coste ni actuar como filtro de acceso a los estudiantes.

El catedrático de Bioquímica Rafael Franco ha preferido el modelo 4+1 pero que este debería amoldarse a las y decisiones de mecanismos superiores y lo que establezca la ley.

"No estamos en contra de grados singulares de tres cuando se considere estratégico", pero siempre con una igualdad de precios entre grados y másters, y ha apostado por fomentar másters más enfocados al trabajo en la empresa y organismos públicos, así como facilitar una oferta no presencial para personas que trabajan.

En la necesidad de que se equiparen los precios de masters y grados ha coincidido el catedrático de Matemáticas Joan Elías, que ha lamentado la insatisfacción que existe entre el estudiantado universitario catalán por motivos como el aumento del peso de las matrículas.

"Cualquier medida se tiene que tomar dentro del sistema catalán", con una arquitectura que se adapte a cada enseñanza, mientras que ha criticado la burocratización innecesaria que ha supuesto para los profesores la reforma de Bolonia, que ha llamado a simplificar.

El catedrático de Química Orgánica Màrius Rubiralta ha afirmado que la UB "se tiene que alinear con la prudencia del resto de rectores de las universidades catalanas y del sistema español", y ha defendido también que los precios de los dos niveles contemplen la igualdad de oportunidades.

Ha valorado que quien hizo el cambio de decreto al 3+2 "no es una persona creíble", pues es la misma persona que desmontó el sistema de becas y de precios y anuló las libertades que ganaron los estudiantes en el consejo de estudiantes universitarios, por lo que ha asegurado que su idea era favorecer las universidades privadas de Madrid.

El catedrático de Farmacia Clínica y Farmacoterapia Eduardo Mariño ha lamentado que el 3+2 gire alrededor de una cuestión económica, y ha dicho que debería centrarse en los estudiantes, y después ya se estudiará cómo resolver lo económico.

"Hagamos un examen de conciencia sobre si realmente en nuestros planes de estudio no se pueden aligerar cosas", que habrán casos que sí y casos que no, y ha dicho que pasar de un 3+2 a un 4+1 significa incorporarse un año más tarde al mercado laboral y un año menos de costes para el alumno.

PARTICIPACIÓN

El catedrático de Ética Norbert Bilbeny ha apostado por la prudencia antes de decidir, considerando información como la de qué universidades europeas lo aplicarán y de dónde sale esta medida, y ha apostado por consultar a los estudiantes, por ser "la parte fundamentalmente implicada en este proyecto", y a los centros.

"Si hubiera que aplicar en algunos ámbitos el 3+2 tendría que ser siempre mirando que estos dos años de máster no fueran una repetición de un año anterior" ni un sobrecoste para el alumno ni para la universidad.

El catedrático de Metodología de las Ciencias del Comportamiento Joan Guàrdia ha admitido que tendrá que revisarse la oferta de la universidad, pero ha recordado que sobre el modelo 3+2 hay una situación "relativamente protegida", porque muchas titulaciones están reguladas por normativas profesionales y tienen los cuatro años como punto de referencia.

Ha afirmado que el sistema catalán universitario público "es modélico respecto a la coordinación", por lo que la mirada compartida no es irrelevante, aunque ha lamentado que como la oferta de grados está desregularizada un ciudadano puede tener dificultades para entender qué se le esta ofreciendo, aunque como universidades no son quienes están añadiendo ruido a esta situación.

PROFESORADO E IGUALDAD

En el debate, al que se han podido realizar preguntas a través de las redes sociales, los candidatos han coincidido en la necesidad de reforzar políticas de igualdad de género, sobre todo en los cargos institucionales y ante el hecho de que los siete candidatos son hombres --como ha apuntado Bilbeny--, así como en acabar con la precariedad laboral de PDI y PAS y asegurar el relevo generacional

También han apostado por atraer estudiantes internacionales --algunos centrándose en doctorados y otros en alumnos de grado y máster--, así como revalorizar la investigación, mientras que han lamentado el descenso de la financiación pública.