Cardenal no denunció a sacerdotes ante Vaticano, dice Arzobispado de Santiago

Santiago de Chile, 13 oct.- El Arzobispado de Santiago aclaró hoy que el cardenal Ricardo Ezzati no ha presentado ninguna denuncia ante el Vaticano contra tres sacerdotes por sus declaraciones críticas con algunos preceptos de la Iglesia y lamentó que se haya generado "un clima de división por esta desinformación".

"El arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, no ha efectuado ni acusación ni denuncia alguna a la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, en contra de los sacerdotes", indicó el Arzobispado a través de un comunicado.

Según versiones de prensa, los prelados denunciados eran Felipe Berríos, José Aldunate y Mariano Puga, quienes han cuestionado la postura de la Iglesia frente a la reforma educacional que promueve el Gobierno de Michelle Bachelet, así como su negativa a discutir sobre el aborto y su rechazo al matrimonio homosexual.

Respecto a ello, la nota del Arzobispado de Santiago aclara que "lo que el Arzobispo sí ha hecho en este sentido, es responder a una solicitud de la Nunciatura Apostólica en Chile, de enviar las distintas declaraciones que han hecho estos tres sacerdotes y que han aparecido en diversos medios de comunicación".

"El cardenal (Ezzati) lamentó que se haya generado un clima de división por esta desinformación", enfatizó el comunicado.

"El arzobispado desmiente terminantemente que haya enviado a la Santa Sede o a la Nunciatura, acusaciones o denuncias en contra de alguno de los sacerdotes mencionados", concluye la nota.

Antes de conocerse esta aclaración los sacerdotes supuestamente denunciados habían rechazado esa medida.

"Se le pasó un poco la mano, podría haber dialogado con nosotros, o conmigo antes (de denunciarlos)", comentó esta mañana José Aldunate al Canal CNN Chile.

"Quizás se equivocó en llevar esta diferencia a Roma, es sólo una diferencia de opinión, no da para más", añadió.

También la conferencia episcopal chilena se había pronunciado al asegurar que "es un asunto de especial complejidad, porque para muchas personas los sacerdotes mencionados han sido y son un testimonio vivo de fidelidad a Jesucristo y de una Iglesia misionera y comprometida con los que sufren".

Puga, un nonagenario cura que ha trabajado toda su vida entre los pobres, y Aldunate, un jesuita de 97 años, fueron también destacados defensores de los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet.

En junio, Puga, apodado el "cura obrero", afirmó que "la Iglesia, en vez de ser la que destruía el concepto de clases, lo fortaleció: colegios para los pobres, otros para los indígenas, otros para la clase alta".

Aldunate, en tanto, se declaró a favor del matrimonio homosexual. "El homosexual tiene derecho a amar y compartir su vida con otra persona". "La Iglesia es anticuada", dijo el jesuita.

Berríos, también jesuita, creó la iniciativa "un techo para Chile", de construcción de viviendas por parte de jóvenes voluntarios para los habitantes de campamentos precarios, iniciativa que se ha extendido a varios países de la región.