Casi un millar de ataques a instalaciones sanitarias hubo en el mundo en 2012

  • Al menos 921 ataques directos contra personal e instalaciones sanitarias, así como contra heridos y enfermos, fueron registrados en el mundo en 2012, informó hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que incidió así en un problema creciente y al que se presta poca atención.

Ginebra, 15 may.- Al menos 921 ataques directos contra personal e instalaciones sanitarias, así como contra heridos y enfermos, fueron registrados en el mundo en 2012, informó hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que incidió así en un problema creciente y al que se presta poca atención.

En una evaluación mundial sobre los incidentes violentos contra la asistencia de salud, el organismo humanitario recoge datos de 22 países afectados por la violencia armada.

Las conclusiones dan cuenta de agresiones contra el personal, las instalaciones y los vehículos médicos en situaciones de conflicto, y en otras situaciones de emergencia "que dejan sin asistencia a millones de personas en todo el mundo, cuando más la precisan".

"Entre esos 921 incidentes hubo amenazas, matanzas y secuestros. Sin embargo, no son más que la punta del iceberg, ya que no se notifican la mayoría de los ataques", explicó Pierre Gentile, jefe de un proyecto del CICR denominado "Asistencia de salud en peligro".

Los centros de salud locales son los primeros perjudicados, y en ellos se registra el 91 por ciento de los casos de violencia.

La institución humanitaria considera que estos incidentes no sólo menoscaban la misión de atender a los heridos, sino también las medidas de control de enfermedades que pueden prevenirse.

Entre las actividades que pueden resultar afectadas figuran, por ejemplo, campañas rutinarias de vacunación, lo que dificulta la erradicación de enfermedades como el sarampión y la poliomielitis.

En África subsahariana y el Asia meridional mueren muchos niños por enfermedades que, en circunstancias normales, se hubiesen podido prevenir si los conflictos armados no hubieran dejado a miles de personas sin acceso a servicios médicos.

Mientras tanto, en zonas de Sudamérica hay comunidades enteras faltas de atención médica porque el personal de salud se ha visto obligado a abandonarlas tras ser objeto de intimidaciones y presión, indicó el CICR.

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