Censo sudafricano constata desigualdades raciales pese a mejora en servicios

Johannesburgo, 30 oct.- El censo de Sudáfrica de 2011, presentado hoy por el Instituto de Estadística Sudafricano, constata las grandes diferencias entre blancos y negros pese a la mejora en el acceso a vivienda y servicios básicos.

Los ingresos medios de los hogares negros es seis veces menor al de los de las familias blancas, en un país donde el 79,6 por ciento de los habitantes pertenecen al primer grupo racial, según se desprende de los datos del último censo.

Frente a los 60.613 rands (6.990 dólares) que llegan a las familias negras, sus compatriotas descendientes de europeos obtienen 365.134 (42.150 dólares).

Pese a las diferencias, la encuesta sudafricana, que tocó 14,6 millones de puertas durante el año pasado, revela que los ingresos del grupo más desfavorecido se triplicó en los últimos diez años.

La mejora en el acceso a los servicios básicos y vivienda experimentó un gran avance desde el censo de 2001.

Según el instituto estadístico, un 73,4 por ciento de los hogares sudafricanos tienen acceso al agua corriente, frente al 62.3 de hace diez años, y el 84,7 por ciento tenían electricidad en 2011, 14 puntos más que en 2001.

Pese a la mejora en la calidad de vida, un 5,2 por ciento de las casas sudafricanas carecen de retretes, y un 13,6 por ciento de las familias viven aún en chabolas.

Las buenas cifras contrastan con el aumento desde 2009 de las protestas en demanda de servicios básicos e incrementos salariales de la población negra más desfavorecida, supuesto germen de una reciente ola de huelgas en el sector minero sin precedentes en la democracia sudafricana, que se han extendido a otros sectores.

Según publicó hoy la web del semanario sudafricano Mail and Guardian, las protestas "tienen más que ver con las desigualdades (entre diferentes estamentos sociales y raciales) que en el acceso a servicios básicos".

"Cuanto mejores servicios tienen, más mejoras reclaman los ciudadanos", afirmó ayer el presidente Jacob Zuma, en un encuentro con corresponsales extranjeros.

Zuma aseguró también que la oleada de huelgas que vive el país no es un síntoma de crisis, sino un "signo democrático", en el que los trabajadores ejercen un derecho que les corresponde.

La población sudafricana aumentó en los últimos diez años en 7 millones de habitantes, hasta alcanzar los 51,7 millones en 2011.