Con zonas de desinfección

El laberinto del centro comercial el primer día: flechas, geles, carteles...

Vuelve el trasiego de los clientes a los pasillos de estos espacios, donde hay que respetar los límites de aforo en los locales y la distancia de seguridad de dos metros.

Abren los centros comerciales en Madrid
Abren los centros comerciales en Madrid
Europa Press

El 52% de los españoles estrenaron este lunes la fase 3 de desescalada y una imagen simbólica de la jornada fue las primeras barras de bares o salas de cine abiertas. El resto -Madrid, Castilla y León y Barcelona- debutaron en la fase 2  y la apertura de los centros comerciales fue otra de las imágenes que dejó un día donde la cifra de muertos por coronavirus ofrecidas por el Gobierno vuelve a ser de 0 en las últimas 24 horas. Son muchas las tiendas de estos centros las que subieron el cierre a primera hora (Zara, H&M, Mango, Springfield, Décimas...) y otras los que aprovecharon la jornada para ponerlo todo a punto (Calzedonia). Es lo que sucedía este lunes en un centro de la sierra madrileña donde las tiendas más pequeñas, o las que acababan de abrir antes de que se decretara el estado de alarma, seguían con el cierre bajado. 

Este centro recibía en la entrada con una alfombra para desinfectar los zapatos. Nada más abrirse la puerta, todo un circuito de flechas de entrada y salida para lograr que los clientes estén a dos metros de distancia y evitar así posibles contagios de la Covid-19. Ir pendientes de esas flechas para evitar coger los atajos habituales y desinfectarse las manos cada vez que se entraba a una tienda estaban entre los 'deberes' de los primeros que se han acercado hasta el centro para "darse una vuelta" o "comprar por fin dos cosas que necesito", contaban a La Información. Todos, eso sí, contentos de volver a la normalidad "poco a poco" y reencontrarse con vendedores a los que "se echaba de menos". 

Alfombra desinfección un centro comercial en Madrid
Alfombra desinfección un centro comercial en Madrid
M.B.

En otros centros más céntricos de la Comunidad madrileña los clientes han sido recibidos por el aplauso de los dependientes, como en El Corte Inglés, donde la primera clienta ha cortado una cinta como si se inaugurara una nueva etapa. En La Vaguada, del madrileño barrio de El Pilar, un mimo recibía a los clientes clavel en mano indicándole las flechas del camino a seguir así como el gel de manos necesario en la lucha contra esta pandemia. Toda una fiesta para la vuelta de los clientes a estos establecimientos, en los que habrá que respetar el límite de aforo en cada uno de sus locales. 

El coronavirus sigue en la calle y los ciudadanos no pueden confiarse al mismo tiempo que avanza hacia la nueva normalidad. Ir al centro comercial "es empezar a ver la luz al final del túnel", aseguran algunas clientas, que se saludan con las dependientas de Zara Home "esperando poder darnos un abrazo pronto". Hasta llegar a esta firma de Inditex, un sinfín de carteles indican la necesidad de mantener la distancia y la obligatoriedad de continuar por el camino de flechas que divide en dos las 'calles' del centro comercial para mantener la distancia de seguridad de dos metros y controlar el flujo de clientes. 

Flechas en los pasillos de un centro comercial en Madrid
Flechas en los pasillos de un centro comercial en Madrid
 

A la entrada de cada tienda, un cartel te invita a ponerte gel hidroalcólico -la mayoría de los dispensadores son automáticos y basta con poner la mano debajo- y de no hacerlo desde la tienda siempre alguien lo recuerda. "Es para estar todos mucho más seguros", explican. Cada local, según sus metros, tiene su aforo ( al 40%) y en los escaparates se puede leer el número de personas que pueden coincidir a la vez. En Women'secret un pitido contabiliza a cada persona que entra y el mismo pitido lo resta al salir. En este caso los probadores están cerrados por ahora y los clientes deberán llevarse la compra a casa "para poder luego desinfectarlo con más tiempo en caso de devolución".  Todas las entradas que dan acceso a H&M están cerradas excepto la principal, para controlar mejor así que se cumplen con todas las normas de seguridad.

Una tienda indica su aforo en la entrada
Una tienda indica su aforo en la entrada
 

Poco a poco vuelve así la actividad a unos centros comerciales que nada más abrirse sus puertas esperan en la mayoría de ellos a sus clientes con una alfombra desinfectante con una zona para mojarse la suela del zapato y otra para secarla y entrar al centro de forma más segura. En el acceso también espera el gel hidroalcohólico -unos huelen mejor que otros-. Todo hace que los clientes en un principio presten más atención a todas las indicaciones que a los carteles de descuentos que hay en casi todos los escaparates y que ha ocasionado que en alguna tienda hubiera colas fuera de la tienda para no irse sin comprar.

"Era ya demasiado tiempo en casa, hay que salir y comprar", asegura la clientela de H&M, donde ahora no aceptan ropa para reciclar como sucedía antes del coronavirus "para cumplir al 100% con la desinfección", indican los vendedores a la clienta que preguntaba por un servicio que hace tres meses era de los más habitual pero ahora también se ha visto afectado por un coronavirus que en España ha dejado ya más de 27.000 fallecidos

Tanto los centros comerciales como sus locales se han preparado para empezar a recuperar parte de las pérdidas de los meses anteriores en un panorama en el que según el Banco de España no es alentador. Según el organismo, se prevé una contracción económica como "no hemos visto en muchísimas décadas", que podría alcanzar el 15,1 % en el peor escenario, debido a los efectos de la crisis sanitaria. El BdE vaticina una crisis en forma de uve muy asimétrica, con tasas de paro por encima del 17% hasta 2022 y elevados niveles de déficit y deuda durante algún tiempo.

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