China consigue poner al sudeste asiático en contra del Dalai Lama

  • China ha tratado de convencer a Barack Obama para que no recibiese mañana en la Casa Blanca al líder budista y voz para la independencia del Tíbet, sin conseguirlo. Sin embargo, los países más cercanos al gigante asiático, como Tailandia, sí parecen haber agachado la cabeza ante la República Popular para asegurarse una buena relación comercial con ella. El Gobierno tailandés lleva años denegando visados de entrada al Dalai Lama, según denuncia su portavoz.
Pekín pide la cancelación "inmediata" de la reunión entre Obama y el Dalai Lama
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Patrick Winn | GlobalPost

(Bangkok, Tailandia). En la era de la creciente influencia de China en el mundo, el país que quiera poner a prueba al gigante asiático tan sólo tiene que hacer un simple gesto: sellar el pasaporte del Dalai Lama. Tailandia se acaba de sumar a la lista de países que no se atreven a hacerlo.China está logrando sacar adelante su misión global para intentar aislar al monje tibetano, el budista más reconocido internacionalmente y el rostro de la resistencia de su pueblo a la dominación china.

Y pese al arraigado budismo en el sureste asiático, la sombra de la diplomacia china ha logrado finalmente bloquear el acceso del Dalai Lama a toda la región. El presidente Barack Obama se reunirá mañana con el venerado monje de 74 años en la Casa Blanca, tras eludir un encuentro previo entre ambos el pasado otoño. Sudáfrica, por temor a represalias de China, ya ha prohibido la presencia del Dalai Lama en el Mundial de Fútbol 2010. Y en los pocos países asiáticos que todavía permiten su presencia, las autoridades intentan evitar fotos oficiales y reuniones públicas con el líder espiritual, descrito por el Partido Comunista chino con "un chacal con ropajes de monje".

La popularidad del Dalai Lama en Estados Unidos (donde es venerado tanto por círculos conservadores, como por legisladores de izquierdas y también entre jóvenes rockeros) se acerca a la que tiene en Tailandia. Sin embargo, la oficina del Dalai Lama afirma que Tailandia, al igual que muchos otros países, lleva tiempo rechazando las peticiones de visado del célebre monje.

¿Por qué quiere ir el Dalai Lama a Tailandia?

Porque le han invitado reiteradamente varias instituciones tailandesas, explica Tenzin Taklha, secretario de la oficina en India del Dalai Lama.En torno al 95 por ciento de los tailandeses son budistas, lo que convierte a Tailandia en uno de los países con más población budista del mundo. Aunque el Dalai Lama profesa el budismo tibetano (una rama más mística en comparación al más conservador budismo theravada de Tailandia), es muy respetado por los tailandeses.Tailandia sirve además como base para una de las causas favoritas del Dalai Lama: la lucha por la democracia en Birmania y la liberación de la prisionera política y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

Sus defensores buscan desde Tailandia apoyo de cara a las próximas elecciones en Birmania y también para su puesta en libertad."Su Santidad el Dalai Lama visitó Tailandia por última vez en 1993, cuando un grupo de laureados con el Nobel de la Paz celebraron un encuentro en solidaridad con su compañera Aung San Suu Kyi", explica Tenzin Taklha. "Desde entonces Su Santidad no ha podido visitar Tailandia, porque el Gobierno del país no le concede el visado necesario por las razones que sean".

¿Por qué Tailandia no le permite entrar?

Porque su visita enfadaría a China, uno de los principales socios comerciales de Tailandia, y probablemente envenenaría las relaciones diplomáticas y empresariales.No hay una política expresa en contra del Dalai Lama, explica Chavanond Intarakomalyasut, secretario del Ministerio de Asuntos Exteriores tailandés. "Por supuesto, lo estudiamos caso por caso", dice. "Pero generalmente no permitimos a nadie utilizar Tailandia como base para realizar actividades políticas o instigar a la violencia en otros países".

El ministro de Asuntos Exteriores, Kasit Piromya, ha reconocido indirectamente que una invitación al Dalai Lama supondría un insulto injustificado a China.El año pasado ese mismo ministro estableció un poco afortunado paralelismo entre el Dalai Lama y el fugado ex primer ministro multimillonario Thaksin Shinawatra, en búsqueda y captura por el Gobierno tailandés. Thaksin está recorriendo actualmente el mundo organizando un movimiento para derrocar al partido gobernante. Los demás países no deberían de dar refugio a Thaksin, argumentó Kasit, del mismo modo que Tailandia no debe permitir que el Dalai Lama critique a China desde su territorio nacional.

¿Hay algún país asiático que todavía pueda visitar el Dalai Lama?

Unos cuantos. La oficina del Dalai Lama está en India, país fronterizo con el Tíbet y al que le molesta abiertamente la ocupación china de su patio trasero. Algunas veces le permiten hablar en Japón, aunque las autoridades procuran mantenerse al margen. También ocasionalmente logra acceder a Taiwán, el enconado enemigo de China, y también a Australia y Nueva Zelanda.Pero una ojeada a la agenda de viajes del Dalai Lama durante las dos últimas décadas revela tan sólo dos visitas al sureste asiático: el viaje de 1993 a Tailandia y otro en 1992 a Indonesia.

La región está demasiado comprometida ahora con el comercio chino y temen los riesgos de una invitación al Dalai Lama, según Kevin Hewison, director del Carolina Asia Center en la University of North Carolina at Chapel Hill."El vacío producido al estar Estados Unidos involucrado con Oriente Medio lo ha ocupado China", afirma Hewison. "El comercio de China, las inversiones y las ayudas en el sureste asiático lo han convertido en el principal actor de la región en la actualidad".

Estas relaciones son en su mayor parte de carácter empresarial y requieren escasas concesiones diplomáticas hacia China. "Pero hay algunas cosas que no se pueden hacer [si se quieren mantener buenas relaciones bilaterales]. No se puede apoyar a Taiwán. Y no se puede impulsar la independencia del Tíbet. Y eso genera auto censura [en los países de la región]", apunta Hewison.

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