Clínica legal universitaria ayuda a niños inmigrantes en el sur de Florida

  • Estudiantes y profesores de Leyes de la Universidad Internacional de Florida (FIU) ayudan a buscar una salida legal a menores que se encuentran bajo custodia de las autoridades federales, cuando se vive una de las peores crisis migratorias de la última década.

Miami (EE.UU.), 12 oct.- Estudiantes y profesores de Leyes de la Universidad Internacional de Florida (FIU) ayudan a buscar una salida legal a menores que se encuentran bajo custodia de las autoridades federales, cuando se vive una de las peores crisis migratorias de la última década.

Durante el año fiscal 2014, el número de menores que cruzó ilegalmente la frontera aumentó en un 77 %, según cifras presentadas esta semana por la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), lo que convierte a este año en uno de los peores respecto a la migración indocumentada de menores.

El CPB informó que 68.541 menores fueron detenidos al intentar entrar en Estados Unidos entre el 1 de octubre de 2013 y el 30 de septiembre de este año, frente a los 38.759 registrados el año fiscal anterior.

La mayor parte de estos menores, procedentes principalmente de Honduras, El Salvador, Guatemala, cruzan solos la frontera sur del país y una vez en manos de las autoridades son enviados a diferentes centros y albergues del país.

Para tratar de encontrar una salida a la situación migratoria de estos niños y jóvenes, un grupo de alumnos de Derecho de FIU y profesores de esta facultad participan en la Clínica de Inmigración y Derechos Humanos Carlos A. Costa, en la que se analizan este semestre los casos de unos 40 niños.

"Esta clínica sirve para que nuestros estudiantes de segundo y tercer año aprendan a ejercer la profesión. Servimos a personas que no tienen recursos y los estudiantes nos ayudan a analizar los casos que representamos", dijo a Efe Juan Carlos Gómez, director de la clínica.

Una vez a la semana estos niños son trasladados a FIU y los estudiantes de leyes escuchan sus historias para determinar si pueden aplicar alguna protección bajo la actual ley migratoria.

"Tratamos de enfocarnos en casos de personas que de otra manera no tendrían alguien que los represente ante los tribunales, como niños que están solos, personas con problemas mentales o familias sin ningún tipo de recurso", destacó Gómez, un abogado que durante más de 20 años ha representado a inmigrantes.

"Lo que era una herramienta para enseñar a nuestros alumnos lo hemos convertido en una función social", agregó Gómez, que también estudia casos de Dreamers, violencia o tráfico de personas.

Gómez, junto a otros abogados especializados en áreas como la defensa de los derechos infantiles, la pena de muerte o el tráfico de personas, involucra a sus alumnos en los casos "para que conozcan la realidad".

"Parte de nuestra labor como maestros no solo es enseñar a nuestros alumnos las leyes y la aplicación del derecho sino mostrarles lo dura que es la realidad. No la teoría sino la cara humana, porque muchos se hacen profesionales y nunca más ven las realidades de gente sin recursos que necesitan ayuda legal", explicó.

Gómez destacó que este trabajo se hace en colaboración con otras organizaciones dedicadas a ayudar a los inmigrantes que entienden que "el pobre no es solo una figura anónima, sino un ser humano al que con nuestro trabajo se le puede dar una oportunidad".

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