Colombia entrega ayuda humanitaria a Ecuador tras sismo que deja 654 muertos

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, entregó este domingo 25 toneladas de alimentos y vituallas para los damnificados del potente sismo que devastó la costa ecuatoriana hace una semana y recorrió junto a su homólogo de Ecuador, Rafael Correa, zonas afectadas.

"Hemos puesto un granito de arena con la ayuda que aquí está presente: cerca de 25 toneladas, cuatro vuelos (logísticos), dos buques que han llegado con agua, con víveres", dijo Santos en una declaración de prensa luego de recorrer zonas destruidas en la ciudad de Manta, provincia de Manabí (oeste).

El gobernante además expresó sus "condolencias a todas las familias de las más de 600 víctimas de esta tragedia", entre las que se cuentan 11 colombianos.

Los mandatarios se reunieron en Manta, de lejos la más afectada por el terremoto de 7,8 grados que sacudió al Ecuador el pasado 16 de abril, dejando hasta el momento 654 muertos y 58 desaparecidos, según el último balance ofrecido por el presidente Correa.

"Hoy más que nunca quisiéramos agradecerle a usted, a Colombia por toda esa solidaridad, lo que han hecho es realmente impresionante", señaló Correa antes de despedir a su par colombiano.

El sismo, que en un minuto destruyó apacibles balnearios del Pacífico, también deja 16.601 heridos y 25.640 albergados.

El número de muertos que deja el sismo en Ecuador supera el de los terremotos de Chile en 2010 y Perú en 2007.

Ante el gran número de personas que han perdido sus viviendas, Correa planteó el sábado pagar a "familias acogientes" para albergar a los damnificados, aunque no especificó el monto de la asignación.

Asimismo, indicó que se crearán campamentos "de muy buena calidad, con baterías sanitarias, electricidad, espacios para deportes" donde los albergados podrán "permanecer varios meses, que es lo que demorará la reconstrucción (para) poder proveer de nuevas viviendas a los damnificados".

El presidente de Ecuador agradeció la solidaridad de Colombia "en estas horas difíciles" y destacó el trabajo de rescatistas.

"Nos han mandado miles de carpas, sobre todo, 177 rescatistas, algunos de ellos todavía se encuentran aquí, que han realizado un trabajo realmente extraordinario, salvaron varias vidas, ayudaron a rescatar también cadáveres", expresó Correa.

"Dios nos ha regalado el don de la vida nuevamente", dijo este domingo un sacerdote que celebró misa en medio de las ruinas de lo que fue la iglesia de Pedernales, epicentro del terremoto.

Entre los escombros unos 100 fieles se congregaron para escuchar al religioso, mientras otros improvisaban negocios en las calles aún cubiertas de pedazos de bloque y hierro retorcido.

El sismo ha dejado reducido a escombros populares zonas turísticas en la costa, entre ellas Pedernales, y es un duro golpe para este país dolarizado y petrolero, severamente azotado por la apreciación de la divisa estadounidense y por la caída de los precios del crudo.

La autoridades estiman que cerca de 10.000 edificaciones quedaron totalmente destruidas o afectadas a causa del terremoto.

Aunque en seis semanas habrá un informe final del costo de los daños, el país ya tiene activadas líneas de crédito por 600 millones de dólares de organismos como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha ofrecido su ayuda al país, aunque no se ha especificado el monto propuesto.

Mientras en Pedernales los habitantes retoman poco a poco sus actividades, otros han preferido marcharse del balneario y de otras ciudades afectadas.

En Manta, el presidente Correa despidió a un grupo de 156 colombianos que optó por retornar a su país natal tras el sismo.

"A esos hermanos colombianos que hoy parten a su tierra, (que) quisieron hacer una vida en Ecuador, la naturaleza nos ha castigado muy fuerte, perdieron su casa, sus negocios. ¡Ánimo, lo material se recupera! Lo más importante es que tengan vida", dijo Correa.

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