Consumir cocaína cuadruplica el riesgo de infarto en menores de 55 años


La Sociedad Española de Cardiología (SEC) alertó hoy de que consumir cocaína cuadruplica el riesgo de infarto en menores de 55 años.

Un estudio realizado recientemente en el Hospital Clínic de Barcelona respalda esta teoría con un alarmante dato, pues, tras evaluar a todos los pacientes atendidos en la Unidad de Dolor Torácico durante un año (3.363 personas), detectaron que los individuos menores de 55 años que habían ingerido este estupefaciente, presentaban un riesgo cuatro veces mayor del habitual de padecer un infarto de miocardio.
Otros estudios afirman incluso que este riesgo se multiplica por siete en pacientes que no superan los 45 años, por lo que el riesgo parece que aumenta y resulta más prevalente cuanto más joven es el paciente.
Concretamente, el 16% de los pacientes que acudieron al Hospital Clínic de Barcelona con dolor torácico tras haber consumido cocaína, sufrieron un infarto de miocardio. La mayoría de los casos se dieron en varones (en una proporción cuatro veces superior en comparación con los casos de mujeres) y fumadores, con una edad media de 35 años.
El riesgo de padecer un episodio de esta índole se multiplica por 24 durante la primera hora tras el consumo de esta droga. Y es que son múltiples los efectos secundarios que la cocaína desencadena y que resultan altamente perniciosos para la salud cardiovascular. Esta droga aumenta el consumo de oxígeno al inducir taquicardia, elevación de la presión arterial y la contractilidad miocárdica (capacidad del corazón de contraerse), y disminuye su aporte.
Según el doctor Xavier Bosch, director de la Unidad Coronaria del Hospital Clínic de Barcelona y uno de los autores del estudio, “el hecho de que la cocaína se inhale por vía nasal, hace que se absorba y pase a la sangre de forma inmediata y provoque un aumento brusco de la adrenalina, la coagulabilidad de la sangre y vasoconstricción coronaria (estrechamiento de las arterias del corazón), lo que acaba favoreciendo la aparición del infarto, de forma bastante inmediata”.
El consumo de cocaína supone el 5% de las consultas a urgencias por dolor torácico entre los pacientes menores de 55 años, asegura la SEC. Aunque esta molestia en el pecho sea el principal síntoma, también son habituales las palpitaciones, las nauseas, la disnea o el nerviosismo intenso.
Resulta imprescindible que los médicos detecten estos síntomas para que los pacientes puedan ser tratados a tiempo, ya que muchos de ellos no reconocen haber consumido cocaína cuando se presentan en el servicio de urgencias.
En este sentido, cabe destacar que, concretamente, el 19% de los pacientes que acudieron a la unidad de dolor torácico del Hospital Clínic de Barcelona, por miedo a que apareciera en su historial clínico, no confesaron haber tomado cocaína, a pesar de detectarse en la orina.

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