Corbacho, partidario de prohibir el burka en la administración y en el trabajo

  • Lleida.- El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, se ha mostrado hoy partidario de prohibir el uso del burka, la vestimenta utilizada por algunas mujeres de creencia islàmica que cubre totalmente su cuerpo, en las administraciones públicas y en el trabajo.

Lleida.- El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, se ha mostrado hoy partidario de prohibir el uso del burka, la vestimenta utilizada por algunas mujeres de creencia islàmica que cubre totalmente su cuerpo, en las administraciones públicas y en el trabajo.

Corbacho, que ha acudido hoy a Lleida para participar en un almuerzo coloquio organizado por el Fòrum Empresa, ha hecho estas declaraciones durante su visita al Ayuntamiento leridano, que debatirá a finales de este mes si se prohíbe el uso del burka en la calle.

"Si voy por la calle y veo que alguien lleva una cruz sé que esa persona es cercana a la religión cristiana. Si el símbolo de unas creencias religiosas es un pañuelo en vez de una cruz, me parece muy bien, pero otra cosa es el burka. No me imagino a una persona trabajando en nuestro mercado laboral o desarrollando una actividad pública con el burka", ha señalado Corbacho.

En este sentido, el ministro ha concretado que no está de acuerdo con que "se implante como una cosa natural".

"El burka va un poco más allá de una identificación religiosa de una persona con una creencia. No estoy de acuerdo con que una persona pueda trabajar con burka en el Ayuntamiento de Lleida, por ejemplo. Si ahora no hay ninguna norma que lo prohíba, creo que el consistorio debería hacerla. Ahora bien, yo no prohibiré a nadie que lo lleve en su casa", ha explicado Celestino Corbacho.

El titular de Trabajo ha señalado que aunque se debería debatir en profundidad sobre la prohibición del burka, a su entender debe haber unas "normas mínimas".

"Soy respetuoso con las creencias individuales pero ocultar a la mujer por completo a través de una vestimenta, por mucha simbología religiosa que tenga eso, es un choque radical con nuestra sociedad y para el avance de la igualdad entre hombres y mujeres. Son valores de nuestra sociedad que no pueden entrar en retroceso", ha concluido el ministro de Trabajo.

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