Costa de Marfil reitera que intervención de ONU evitó un genocidio en el país

  • Las autoridades de Costa de Marfil reiteraron hoy en la ONU que el país se situó "al borde del genocidio" por la crisis que atravesó tras las elecciones presidenciales de 2010 y señalaron que la intervención de Naciones Unidas salvó a "un número incalculable de vidas humanas".

Naciones Unidas, 26 ene.- Las autoridades de Costa de Marfil reiteraron hoy en la ONU que el país se situó "al borde del genocidio" por la crisis que atravesó tras las elecciones presidenciales de 2010 y señalaron que la intervención de Naciones Unidas salvó a "un número incalculable de vidas humanas".

"La factura humana de la crisis postelectoral, que está estimada en 3.000 muertos, hubiera sido mucho peor sin la determinante implicación de Naciones Unidas con la intención de proteger a la población civil", dijo hoy el embajador marfileño ante la ONU, Youssoufou Bamba, en una reunión con el Consejo de Seguridad.

El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, que inició el miércoles en París una visita oficial, ya había señalado en una entrevista concedida a "Le Monde" que sin la intervención francesa en su país, bajo la égida de Naciones Unidas, habría habido un genocidio "peor que el de Ruanda".

"En Abiyán hay seis millones de personas. Tal y como estaban las cosas, podría haber habido un millón de personas asesinadas", declaró Ouattara en su entrevista al rotativo.

Bamba destacó, por su parte, que el país africano se encontraba "en efecto al borde de un genocidio por la crisis postelectoral" y agradeció que la ONU salvara a "un número incalculable de vidas humanas" al decidir apostar por "la responsabilidad de proteger" a la población civil e intervenir sobre el terreno para detener la violencia.

El embajador se refirió así a la resolución 1.975 del Consejo de Seguridad, que permitió a la Misión de la ONU en Costa de Marfil (Onuci) usar "todos los medios necesarios" para proteger a la población civil, lo que dio lugar a que el 4 de abril de 2011 se lanzara una misión militar junto a las tropas francesas para acabar con la violencia que vivía el país.

Esa operación condujo a la detención del expresidente Laurent Gbagbo, quien no quiso reconocer su derrota en las elecciones de noviembre de 2010 y se aferró al poder en un movimiento que desencadenó una crisis de cinco meses que enfrentó a sus fuerzas leales con las de Ouattara, reconocido vencedor en los comicios por la comunidad internacional.

En su intervención de este jueves ante el Consejo de Seguridad, el embajador marfileño reconoció que su país necesita "ahora más que nunca el apoyo inestimable de la comunidad internacional" para lograr alcanzar la normalidad.

"La paz y la estabilidad avanzan lentas pero seguras en Costa de Marfil", dijo Bamba, quien indicó que el Gobierno de Ouattara tiene "una preocupación constante" por la situación de la seguridad en algunas zonas del país, como en la región occidental, "por las actividades de mercenarios y milicianos, particularmente en la frontera con Liberia, una zona forestal difícilmente controlable".

Bamba aseguró, sin embargo, que entre las mejoras experimentadas en Costa de Marfil se encuentra el descenso de los desplazados internos, que han pasado de un millón a 186.000, y de los refugiados en países vecinos, que han descendido desde los 500.000 hasta los 161.000 nueve meses después del fin de la crisis postelectoral.

El diplomático africano invitó además a los miembros del Consejo de Seguridad a visitar el país del 22 al 31 de marzo "para que tengan la oportunidad de comprobar el progreso alcanzado sobre el terreno".

El Consejo de Seguridad también recibió hoy un informe del representante especial de las Naciones Unidas en Costa de Marfil, Bert Koenders, quien habló de los "importantes avances" logrados en el país "para recuperar la normalidad".

"La situación de la seguridad se estabiliza, los desplazados han empezado a volver, la economía empieza a mostrar resistencia y las elecciones legislativas se celebraron con éxito y relativa paz", dijo Koenders, que pidió que ahora se centre la atención en la reconciliación nacional, el desarme y la reforma del sector de la seguridad, además de la impunidad.

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