La Habana, 25 ago.- Cuba comenzó a sentir hoy el embate de la tormenta tropical "Isaac" y espera que en las próximas horas se intensifique en todo su territorio el efecto de los vientos y lluvias asociadas al meteoro, cuyo centro atravesó este mediodía el extremo este del país.
El área central de "Isaac" tocó tierra en la localidad de Imías, en la provincia de Guantánamo (extremo este de la isla), aproximadamente a las 15.00 GMT, con vientos sostenidos de 95 kilómetros por hora y con una trayectoria norte-noroeste en dirección a Florida (EE.UU.).
El Instituto de Meteorología (INSMET) indicó que ese centro era casi imperceptible a su llegada al país, y pronosticó su salida para las primeras horas de la tarde por algún punto del litoral norte, entre las provincias de Las Tunas y Guantánamo, para internarse en el estrecho de la Florida.
Con ese movimiento, el ciclón debe arrastrar sobre Cuba toda su nubosidad y las áreas de lluvia intensa que hasta el mediodía de este sábado continuaban afectando a Haití y República Dominicana.
El jefe del Centro de Pronósticos del INSMET, José Rubiera, precisó en la televisión nacional que las lluvias más fuertes afectarán el este de Cuba a partir de la tarde y la noche de hoy, y gradualmente se irán desplazando mañana domingo al resto del país a medida que la tormenta avance hacia el Estrecho de la Florida.
Según Rubiera, "Isaac" arribó a Cuba con un incremento de su velocidad de traslación, ahora de 28 kilómetros por hora, pero como un organismo "desarticulado" y "muy débil", si bien en las aguas cálidas del estrecho podría "reestructurarse" y convertirse en un huracán categoría uno.
El INSMET advirtió que la circulación del ciclón es muy extensa y se ha ido expandiendo en combinación con otros sistemas que se encuentran hacia el Golfo de México, lo que contribuirá a expandir las áreas de lluvia por toda la isla.
Además de las precipitaciones, el pronóstico anuncia inundaciones costeras moderadas en zonas bajas del litoral este, donde los vientos podrían provocar olas de hasta cinco metros de altura en determinados puntos.
Los primeros reportes de evacuados de este sábado fueron en Baracoa, una localidad ubicada en Guantánamo, donde unas 1.000 personas tuvieron que abandonar sus casas debido a las penetraciones del mar y se refugiaron en viviendas de amigos y familiares.
Medios oficiales informaron, asimismo, que los huéspedes de varios sitios turísticos y balnearios de las provincias de Holguín, Camagüey y Ciego de Ávila, fueron evacuados a puntos más seguros, en la mayoría de los casos poniendo fin anticipado a sus vacaciones de verano.
La Defensa Civil de Cuba ha tomado medidas ante el peligro de crecidas de ríos, inundaciones costeras y deslizamientos de tierra en zonas montañosas en las provincias orientales de Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas y Camagüey.
También se han tomado precauciones en las centrales de Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Villa Clara, Cienfuegos y Matanzas, esta última vecina de la capital, La Habana, en el occidente cubano.
Pese a que está ubicada a unos 1.000 kilómetros al oeste del extremo oriental del país, en La Habana ha aumentado el viento en las últimas horas y han ocurrido precipitaciones menores.
En su informe, Rubiera indicó que este fin de semana "los vientos van a ser algo fuertes en casi todo el país", con velocidades de 30 a 45 kilómetros en el occidente y el centro, de 30 a 55 un poco más hacia el este, en la zona de Camaguey, y de 70 a 95 en el extremo oriente.
Las autoridades vigilan atentamente el estado técnico y los volúmenes de los embalses nacionales, que están actualmente al 66 por ciento de su capacidad de promedio.
En provincias como Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Villa Clara y Camagüey las presas superan el 80 por ciento de su capacidad e incluso algunas han llegado al tope, por lo que un súbito incremento de sus volúmenes es motivo de alerta.
Sin embargo, provincias orientales como Granma tienen una situación "preocupante" con niveles promedio del 35 por ciento y el Instituto de Recursos Hidráulicos considera que las lluvias de "Isaac" serán "beneficiosas" para algunos embalses de la zona.
Las autoridades locales han insistido, además, en la necesidad de mantener la "vigilancia epidemiológica" e incrementar las medidas higiénico-sanitarias, garantizando reservas de agua potable y el abastecimiento de productos químicos para desinfectarla.
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