Descubren que una pequeña secuencia genética permite separar las cadenas del adn dañado para repararlo


Un equipo internacional de investigadores, entre los que se encuentra uno del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha descubierto una nueva estructura que permite que las cadenas de ADN se mantengan separadas para su reparación tras haberse dañado.
Según los resultados del trabajo, publicados en el último número de la revista especializada "Cell", la estructura descubierta es una pequeña secuencia genética capaz de mantenerse unida a una proteína mientras esta se desplaza a lo largo del ADN y separa sus dos hebras.
Y es que, explican los autores del trabajo, cualquier corte en una molécula de ADN puede dañar a la célula o desembocar en un proceso cancerígeno, al perderse parte de la información genética que almacena.
Para evitarlo, las células emplean potentes mecanismos de reparación que comienzan al intervenir proteínas helicasas (enzimas que separan las hebras del ADN) y nucleasas (enzimas que cortan el ADN).
Uno de esos mecanismos es la proteína AddAB, objeto de estudio de estos científicos en la bacteria "bacillus subtilis", un organismo modelo.
"Esta proteína requiere de la presencia de una pequeña secuencia genética llamada Chi, que se mantiene unida a ella mientras se mueve, generando una estructura de anillo y manteniendo la separación entre las hebras", explica Fernando Moreno, investigador del CSIC en el Centro Nacional de Biotecnología.
Hasta ahora se creía que las helicasas se desplazaban a lo largo del ADN separando las hebras de forma permanente. Sin embargo, se ha visto que estas hebras pueden juntarse de nuevo en ausencia de la secuencia Chi.
El mecanismo que emplea AddAB facilita que el desplazamiento (translocación) y la separación ocurran al mismo tiempo.

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