Devoción bajo el paso: las promesas se cumplen en la Semana Santa de Sevilla

    • "Bajo un paso lo que hay es mucho sentimiento" relata a Lainformacion.com un costalero macareno de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia.
    • "Los costaleros canijos tiran del paso con el corazón", dice. Y asegura que las promesas se cumplen bajo la mística de la Semana Santa de Sevilla.
Jesús de la Sentencia en Sevilla
Jesús de la Sentencia en Sevilla
Andrés Torres

"Devoción". Así describe Mario un joven de 35 años el sentimiento que impulsa a un sevillano a ser costalero. Miembro de la hermandad de la Macarena ha esperado ocho años para poder formar parte de la cuadrilla de costaleros que lleva el paso de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia en la legendaria Madrugá de la Semana Santa sevillana, emblema de nuestro país.

"Hay que estar en forma", para poder cargar el paso reconoce Mario. No en vano, su cuadrilla entrena unas cinco horas -de 10:30h de la noche "cuando más o menos todo el mundo puede" hasta entrada la madrugada - los cuatro viernes anteriores al Viernes de Dolores, antesala de la Semana Santa. Admite, como se dice en Andalucía, que bajo el paso también hay 'canijos' pero "estos tiran del paso con el corazón" explica. En definitiva, una devoción "que saca fuerzas de flaqueza".

"Cada hermano carga con unos 60 kilos, pero el problema es el cansancio, después de un par de horitas el paso pesa más", explica. Y los riesgos de lesiones están ahí. "Un compañero se distrajo antes de la llamada del capitán, no se sincronizó bien con los hermanos y se hizo mucho daño en la espalda", recuerda.

Mario resume en una mezcla de pasión por la Semana Santa, fe y devoción "de todo un poco" como aquello que lo ha convertido en costalero. "Para mí y para toda mi familia es un orgullo ser cofrade de la Macarena", admite. "No hay nada más emocionante", insiste. Comenzó a cargar con Nuestro Padre Jesús de la Sentencia en 2011 y pretende seguir "hasta que Dios le de fuerzas".

Tan es así que se declara "loco" por que llegue la Madrugá. "Es el momento del año y la Semana Santa la época que más me gusta", añade.Promesas cumplidas

"Bajo el paso hay mucho sentimiento", asegura este costalero. "Cuando un familiar de un miembro de la cuadrilla está enfermo, el capataz grita 'esta levantada va por la madre de fulanito' es realmente emocionante y te toca de lleno el corazón", afirma Mario.

Muchos costaleros, movidos por la devoción, asumen la carga del paso como parte de una promesa. De acuerdo con Mario, estos juramentos se cumplen.

"Un hermano tuvo un bebé prematuro que estuvo muy malito. Hoy este bebé estará viendo a Nuestro Padre Jesús de la Sentencia esta Madrugá", relata.

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