Copenhague, 19 jun.- La primera gran mezquita de Dinamarca abrió hoy sus puertas en Copenhague en medio del boicot generalizado de la clase política por la polémica sobre el apoyo financiero de Catar y las acusaciones de vínculos con grupos radicales.
La reina Margarita II, la primera ministra, Helle Thorning-Schmidt, y el resto de su Gobierno declinaron la invitación para acudir a la ceremonia de inauguración, a la que sólo fueron tres concejales y una parlamentaria socialista.
Sí estuvieron presentes, en cambio, varios pastores de la Iglesia Nacional protestante y el obispo católico de Dinamarca.
El único ministro presente fue el catarí Ghaith Bin Mubarak Ali Omran Al-Kuwari, titular de Asuntos Religiosos de este emirato, que ha pagado los 150 millones de coronas danesas (20 millones de euros) que costó levantar el recinto de 6.700 metros cuadrados, que alberga también un centro cultural, entre otras dependencias.
El ultranacionalista y xenófobo Partido Popular Danés, tercera fuerza parlamentaria, ha encabezado en los últimos meses las protestas acusando al Consejo Islámico Danés, organización que dirige la mezquita, de ser una fachada de los Hermanos Musulmanes egipcios, después de que un imán mostrase simpatía por este grupo.
Los "populares" daneses, que ganaron los últimos comicios europeos con más de un cuarto de los votos totales, aseguraron también que la mezquita iba a producir contenido para Al Aqsa, canal vinculado al movimiento palestino Hamas.
A pesar de que la dirección de la mezquita negó las acusaciones y se ha definido como organización independiente y abierta a todos los musulmanes, la clase política ha seguido de forma mayoritaria la estela del Partido Popular.
La publicación en 2005 en Dinamarca de doce viñetas de Mahoma en el conservador "Jyllands-Posten" provocó una crisis internacional con el mundo islámico, incluido un boicot a productos daneses y ataques a legaciones diplomáticas de este país.
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