Diócesis de Managua invita a fieles a recibir a nuevo cardenal nicaragüense

Managua, 24 feb.- La Arquidiócesis de Managua convocó hoy a los fieles católicos a recibir el próximo 3 de marzo al nuevo cardenal nicaragüense Leopoldo José Brenes Solórzano, que el pasado sábado fue investido como purpurado por el papa Francisco.

"Estamos invitando a todos los fieles a saludarlo, tanto en el Aeropuerto" Internacional de Managua, "como en el recorrido" por las calles de la capital nicaragüense hasta la Catedral Metropolitana, dijo a los periodistas el vicario episcopal de la diócesis, Carlos Avilés.

El sábado pasado, el papa Francisco invistió como nuevo cardenal a Brenes junto a otros 18 arzobispos de Argentina, Brasil, Chile, España y Haití, entre otros.

Brenes tiene previsto regresar a Nicaragua, procedente de Roma, en horas de la noche, hora local, el próximo 3 de marzo.

El nuevo cardenal será recibido en el Aeropuerto Internacional "Augusto C. Sandino" por una delegación de todas las pastorales de la provincia de Managua, de la cual es arzobispo, explicó Avilés.

Posteriormente recorrerá las calles a una velocidad justa para que los creyentes tengan la oportunidad de apreciarlo, hasta llegar a la Catedral Metropolitana, donde celebrarán un "Te Deum", o cantos de agradecimiento a Dios, indicó.

"Los párrocos van a poner pancartas, música, van a tirar cohetes y poner banderines amarillos y blancos (colores del catolicismo)" en las calles, "para manifestarle nuestro cariño", señaló Avilés.

"Es también un agradecimiento al papa (Francisco) por esta digna acción, de haberse fijado en Nicaragua para nombrar a un nuevo cardenal", añadió.

El nicaragüense Brenes, de 64 años, es arzobispo de Managua desde el año 2005.

Se ordenó sacerdote en 1974 y es conocido por su imagen de "pastor humilde" al que se le puede ver por las calles de la capital nicaragüense conduciendo su propia camioneta para sus quehaceres diarios.

Brenes es el segundo nicaragüense en ser investido como purpurado de la Iglesia católica, luego de que, en 1985, el papa Juan Pablo II nombrara a Miguel Obando Bravo, quien por ser octogenario hoy es cardenal emérito.