Dirigentes de Cruz Roja viajan a Haití para poner en marcha la recuperación

Ginebra.- Los principales dirigentes de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) llegarán hoy a Puerto Príncipe para supervisar la puesta en marcha de una de las operaciones más masivas de la historia de la organización, el levantamiento de Haití.

"La ayuda de urgencia es, desde luego una carrera de velocidad, pero el levantamiento del país es una maratón", dijo el secretario general de la FICR, Bekele Geleta, quien junto con el presidente del organismo, Tadateru Konoé, son esperados hoy en la capital haitiana.

"Estamos confrontados a una catástrofe natural que no sólo es una de las peores de los últimos diez años, sino que afecta a uno de los países más desheredados del planeta", señaló el presidente Konoé.

Según Geleta, "la miseria está en el corazón de esta tragedia, y se hubieran podido salvar innumerables vidas si se hubiera invertido en construcciones resistentes a los terremotos y en otras medidas de reducción de riesgos".

Por ello, agregó "lo que observamos en Haití es lo que se produce cuando un gran fenómeno natural golpea a comunidades ya muy vulnerables, y todavía estamos lejos de haber medido en toda su amplitud el coste humano de esta catástrofe".

Konoé resaltó la valiente reacción de la Cruz Roja haitiana en las horas que siguieron al temblor del martes pasado.

"Los voluntarios de la Cruz Roja haitiana estuvieron entre los primeros que intervinieron, porque ellos mismos viven en las comunidades siniestradas, y a pesar de haber sufrido terribles pérdidas. Son auténticos héroes", señaló.

Más de 400 especialistas en emergencias de la Cruz Roja están trabajando en Puerto Príncipe y decenas más están en camino.

En total, dieciséis unidades de respuesta en emergencias han sido enviadas a Haití, y además han montado un hospital de campaña con capacidad para 70 camas, y cuentan con dos equipos móviles de asistencia médica, capaces de atender cada uno a 30.000 pacientes.

La FICR lanzó un llamamiento de petición de fondos por valor de 73 millones de euros para asistir a 300.000 personas durante tres años.