Ebro. Tejerina abre la puerta al dragado del río: “es una medida más”

La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, se mostró este martes partidaria del dragado para limpiar el cauce del río Ebro en las zonas afectadas por la crecida de los últimos días, aunque precisó que “una medida más, pero no la única”.
Así lo afirmó Tejerina en declaraciones a los periodistas en Zaragoza, donde conoció el Sistema Automático de Información Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Ebro y mantuvo una reunión con sus técnicos.
Tejerina consideró que el dragado del Ebro es “una medida más, pero no la única”, y recordó que en 2013 y 2014 hubo limpieza de cauces hidrológicos, al tiempo que señaló que riadas como las de estos días alteran la morfología del río.
En este sentido, adelantó que, en cuanto sea posible, Medio Ambiente hará un estudio del Ebro para determinar en qué sitios “hay que actuar para limpiar y para reforzar la protección”.
Precisamente, el departamento dirigido por Tejerina señaló hoy que el decreto ley que el Gobierno tiene previsto aprobar el próximo viernes contendrá “medidas de protección y, en el momento que se pueda, de limpieza de las zonas del río que ya están identificadas”.
Para paliar los efectos de la crecida del Ebro, Tejerina indicó que el decreto ley incluirá medidas para reponer los daños causados por la riada y definir las indemnizaciones que haya que establecer, aunque precisó que se trata de un decreto ley “abierto”, puesto que aún es pronto para evaluar todos los daños”.
Por otro lado, Tejerina insistió en que “las infraestructuras hidráulicas son absolutamente necesarias” y puso como ejemplo la labor realizada desde la Confederación Hidrográfica del Ebro en la gestión de los pantanos de Yesa e Itoiz, con la que se ha conseguido bajar la punta de la crecida en 800 metros cúbicos por segundo”. “Imaginémonos qué hubiera sucedido si no hubiéramos dispuesto de esas infraestructuras hidráulicas”, añadió.
“Las infraestructuras hidráulicas son necesarias también muchas veces medioambientalmente porque estas crecidas también tienen un impacto medio ambiental. A fin de cuentas, están arrastrando suelo y también alteran el cauce de los ríos, y es necesario regular el agua”, concluyó.