Educación. Asturias alerta de que con el cambio en la duración de los grados el precio de las matrículas aumentará

La directora general de Universidades e Investigación del Principado de Asturias, Miriam Cueto, alertó este jueves de que con el cambio en la duración de los grados de cuatro a tres años, y los másteres de uno a dos, el precio de las matrículas aumentará y afectará directamente a los estudiantes y a las comunidades autónomas, que "somos las que financiamos el sistema educativo".
Así lo declaró Cueto tras la reunión del Consejo General de Política Universitaria, que presidió en Madrid el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y al que acudieron representantes educativos de todas las comunidades autónomas para debatir los cambios normativos de la ley de 2007 que propone el Ministerio a través de tres reales decretos.
Tras la reunión, la directora general valoró negativamente el cambio en la duración de los grados, porque, según dijo, la reforma en este sentido es “precipitada”, al tiempo que añadió que “no creemos que en estos momentos sea necesario abordar un nuevo cambio, porque debemos dar tiempo al sistema de grados de cuatro años más uno de máster para valorar los resultados”.
Asimismo, manifestó que el Principado de Asturias no está de acuerdo en que el sistema actual de 4+1 y el propuesto por el Ministerio de 3+1 coexistan, a la vez que alertó de que la posibilidad de este nuevo modelo encarecerá las matrículas universitarias, porque “todos sabemos que los másteres tienen un coste mayor y mayores exigencias a la hora de solicitar una beca”.
En este sentido, Cueto también advirtió de que no todos los estudiantes podrán optar por ese nuevo modelo de tres años de grado y dos de máster y aprovechó para criticar las opciones laborales que los graduados de tres años tendrán en el mercado laboral.
En cuanto al real decreto que propone el Ministerio por el que se eliminan requisitos para que se puedan crear nuevos centros de enseñanza superior, la directora general de Universidades de Asturias dijo que las exigencias “deben ser mayores en infraestructura y profesorado”, porque a su juicio, si no se establecen unas exigencias “mínimas”, la calidad del sistema podría “no mantenerse”.