El 3% de la población suda en exceso, pero solo el 40% de ellos va al médico

Madrid, 21 jul.- Cerca del 3 por ciento de la población tiene hiperhidrosis, es decir, suda en exceso, pero menos del 40 por ciento de los afectados acude al médico, ha explicado hoy la doctora Isabel Aldanondo, dermatóloga del madrileño Hospital USP San José.

La hiperhidrosis es, según Aldanondo, un tipo de "sudoración patológica" relativamente "frecuente" que se agudiza en verano y que ocasiona a quienes la padecen un importante deterioro en la vida social y personal.

Las personas que sudan en exceso y de forma impredecible, sin un motivo aparente concreto pueden, incluso, hacerlo con bajas temperaturas.

La doctora Aldanondo ha dicho en rueda de prensa que los afectados se ven obligados a cambiarse de ropa "varias veces al día", pero apenas "sudan por la noche" pues la enfermedad "tiene un importante componente emocional" y psicológico, aunque no se conocen aún las causas físicas exactas por las que falla el mecanismo de control de la temperatura corporal.

Esta afección, que afecta normalmente a las axilas o a las palmas de pies y manos, puede tratarse si los que la sufren acuden al dermatólogo.

Así, Aldanono ha afirmado que, al principio, se les proporciona a los pacientes una serie de tratamientos "tópicos", como la aplicación de desodorantes especiales o cremas con sales de aluminio, pero son "irritantes" y tienen una "eficacia limitada".

Por ello, si esto no funciona, en el caso de la hiperhidrosis en las axilas una "buena opción" es la aplicación de toxina botulínica, que consiste en inyectar este producto en la zona, lo que bloquea los nervios que estimulan la sudoración.

La dermatóloga ha afirmado que este tratamiento es "muy eficaz e indoloro" y que, aunque es necesario aplicar la toxina cada seis meses, con el paso del tiempo se pueden hacer las infiltraciones con menos frecuencia y, a veces, tras varias aplicaciones, el problema puede llegar a desaparecer.

En el caso de la hiperhidrosis palmar, este procedimiento es menos efectivo y puede provocar debilidad muscular en la mano, por lo que, según Aldanondo, "solo lo recomendaría en situaciones muy desesperadas", aunque es el paciente el que al final decide.