Madrid, 17 dic.- El Congreso votará hoy una propuesta del PP en la que se insta al Gobierno a actualizar la Estrategia Nacional de Seguridad del Paciente, para mejorar la prevención de los efectos adversos y evaluar su impacto en el Sistema de Salud.
Se trata de una proposición no de ley debatida en el pleno del Congreso que se votará esta noche y que, previsiblemente, saldrá adelante con tres enmiendas transaccionales presentadas por Izquierda Plural, el PSOE y CiU.
El diputado del PP Antonio Román ha precisado que la Estrategia debe basarse en una "alianza" entre el Ejecutivo central, las comunidades autónomas, los profesionales sanitarios y los pacientes.
"Debemos conseguir prácticas clínicas seguras que minimicen los riesgos", ha subrayado Román, quien también ha resaltado que hay que seguir mejorando "de forma continua" en el área de seguridad del paciente.
El diputado del PSOE Guillem García ha manifestado su sorpresa ante una iniciativa "que insta al Gobierno a hacer aquello que ya debería hacer", y ha presentado una enmienda para dotar de recursos económicos a la medida.
Similar es el planteamiento de la enmienda de CiU, cuya diputada María Concepción Tarrolla ha insistido en que se proporcionen recursos a las comunidades autónomas para seguir avanzando en los planes de seguridad, "ya que sin partida económica, poco podemos hacer -ha dicho-".
La parlamentaria Rosana Pérez, del grupo mixto, ha advertido de que "la mayor amenaza para la calidad asistencial" son los recortes que ha acometido el Gobierno en materia sanitaria.
En este sentido, Gaspar Llamazares, de la Izquierda Plural, ha afirmado que "hablar de seguridad de los pacientes cuando lo que prima es la inseguridad de los ciudadanos" les parece un "sarcasmo".
Su grupo ha presentado dos enmiendas con las que pretende eliminar las intervenciones sanitarias que no sean efectivas, siempre cumpliendo la máxima de "no hacer daño al paciente", así como evaluar el impacto de la medida en la salud.
Por su parte, Rosa Díez, de UPyD, ha calificado la propuesta de "brindis al sol", es decir, una iniciativa "absolutamente vacía en términos prácticos" y de "nula" eficacia.
A su vez, ha acusado al Gobierno de "sustituir a los pacientes por clientes" y ha pedido que se plantee "otro tipo de política sanitaria".
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