El consejo de la juventud pide políticas que hagan posible el regreso a españa de jóvenes que emigraron por la crisis


El Consejo de la Juventud de España (CJE) ha puesto en marcha la campaña 'Juventud migrante. Con la vista puesta en casa', cuyo objetivo es impulsar la adopción de medidas que hagan posible el regreso a España de jóvenes que tuvieron que abandonar el país debido a la crisis económica.
El CJE decidió dedicar la jornada de hoy, Día Internacional de la Juventud, a esa “juventud migrante que tiene la vista puesta en casa”, según su presidente, Héctor Saz. A la vez, aprovechó esta fecha para denunciar la precariedad en la que viven algunos de esos jóvenes y para reclamar medidas que hagan posible su regreso.
Durante el acto se presentó la campaña 'Juventud migrante. Con la vista en casa', que irá acompañada del mensaje 'Liquidación por crisis. Juventud migrante con la vista puesta en casa'. Al evento acudieron, junto a Saz, el miembro de la 'marea granate' -que agrupa a jóvenes inmigrantes- Miguel Ongil y Eduardo Vega, de Juventudes Sin Futuro.
Saz aseguró que la inmigración de jóvenes españoles no es una “aventura”, sino una “lacra", y que la fuga de talentos, "además de provocar el desarraigo familar, priva a la economía española de los activos que necesita para salir de la crisis”. Agregó que si no aplican unas políticas para que los jóvenes que lo deseen pueda volver, “España está condenada a repetir burbujas, a tener una economía top unos años y una crisis después”.
“Otros países están aprovechando nuestros activos para salir de la crisis”, lamentó Saz, a la vez que aseguró que el CJE seguirá poniendo a disposición de las autoridades las necesidades y las propuestas de los jóvenes para que se pueda actuar como se debe.
INMIGRACIÓN PRECARIA
"Somos la 'marea granate' porque lo que nos une es un pasaporte de dicho color”, aseguró Miguel Ongil. El miembro de esta marea internacional, que se reparte en decenas de grupos por todo el planeta, aseguró que la mejora económica no está reduciendo la llegada de españoles a zonas como Bruselas, donde él reside, y cada día llega alguien que necesita ayuda.
“Y es que cada vez los extranjeros españoles necesitan más ayuda”, afirmó Ongil, quien agregó que la población que emigra está cada vez más “en pañales”, lo que propicia abusos, discriminación y medidas contra los inmigrantes.
Este joven inmigrante alertó de que en el seno de la Unión Europea se están gestando medidas que valoran a las personas sólo como trabajadores, no como ciudadanos, como “la expulsión de quienes lleven seis meses sin empleo en otro país, algo que Alemania ya tiene sobre la mesa y Bélgica ejecutó”.
Por su parte, Eduardo Vega aseguró que más de un 80% de los jóvenes españoles emigrados quieren volver, de acuerdo con los datos de más de 8.000 de ellos que Juventud Sin Futuro ha recopilado. Sin embargo, menos de una quinta parte cree que será posible.
Vega alertó de que también hay jóvenes “encerrados” en España, que no pueden salir a trabajar al extranjero, ya que “emigrar no es gratis”. “Hace falta dinero para el primer mes, para el transporte, para muchas cosas que no se reflejan muchas veces”, lamentó.
Los tres coincidierion en que “España debe reorientar su modelo laboral y de ayudas para aprovechar a sus jóvenes, a la generación mejor formada”, y mientras esto no sea posible “las historias de precariedad no cesarán, aunque los datos del paro bajen”.

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