El Ebro tiene en vilo a miles de vecinos a su paso por la provincia de Zaragoza

    • Ha sido una 'amargura'. Residentes de localidades zaragozanas como Pina de Ebro, Pradilla, Boquiñeni, Novillas o Cabañas de Ebro no olvidarán fácilmente estos días.
    • El Ebro ha rugido y ruge con fuerza a su paso por la provincia aragonesa y ha dejado anegadas unas 20.000 hectáreas de cultivos.

Una 'amargura'. Vecinos de localidades zaragonzas como Pina de Ebro, Pradilla, Boquiñeni, Novillas o Cabañas de Ebro no olvidarán fácilmente estos días. Y es que, el río Ebro ha rugido con fuerza a su paso por la provincia aragonesa y ha dejado anegadas muchas zonas que 'será muy difícil recuperar'. Pero no solo los aragoneses han sufrido las consecuencias, sino que también localidades de La Rioja y Navarra han visto cómo el Ebro arrasaba con todo.

Vecinos de Boquiñeni, que no tenían familiares cercanos con los que quedarse, fueron realojados en el polideportivo del pueblo de Luceni: 'Con esta situación,¿cómo vamos a dormir?'. Situación similar vivieron un día después los habitantes de Pina. De la Ribera Alta, pasando por Zaragoza, hasta la Ribera Baja, Pina de Ebro ha pasado la madrugada del domingo al lunes en vela. A medianoche se escuchaba un bando en el que se informaba de que se estaba estudiando la posibilidad de evacuar el pueblo a las seis de la mañana.

Las redes sociales comenzaron a echar humo. Mensajes de ánimo de los pueblos cercanos servían para paliar el nerviosismo de unos vecinos que 'nunca' habían vivido una situación así. Fuentes, Quinto y Gelsa se volcaron con los pineros, que mostraron gran agradecimiento. La Guardia Civil, Protección Civil, Bomberos, Emergencias Aragón, Cruz Roja, Emergencias del Servicio Aragonés de Salud del Gobierno de Aragón y la Unidad Militar de Emergencias llevaron a cabo durante toda la noche y la jornada del lunes 'una gran labor'. 'Al pie del cañón han estado todos, pero un poco más de información no nos hubiera venido nada mal...''Una noche interminable; todos nos mandan fuerzas y es algo que los pineros siempre agradeceremos con cariño', explica una vecina a lainformacion.com.

Durante toda la noche el pueblo fue un ir y venir de residentes que querían arrimar el hombro. 'Hay que ayudar en lo que se pueda para evitar que la mota se desborde y tengamos que marcharnos todos de aquí', señalan otros vecinos. 'Si suenan las campanas de la iglesia es que tenemos que evacuar', se podía leer en las redes sociales. Sobre las tres de la madrugada, el caudal del Ebro seguía siendo preocupante. En vilo, y en vela, llegaban las cinco y media de la madrugada. Comenzaba la reunión decisiva. Otro bando. La evacuación podría ser a las nueve de la mañana. Tampoco fue así y se aplazó hasta la una del mediodía, con la consiguiente preocupación de algunos vecinos.

Otros preferian tranquilizarse llevando a cabo sus tareas diarias. 'Pensemos que es un día más; tenemos todo preparado, la documentación, las llaves, los móviles y sus cargadores, dinero y alimentos', comentaba otra vecina.

Cuando el pico del caudal pasa por el pueblo, los vecinos se resignan: 'Costará un gran trabajo volver a la normalidad', explicaban en los últimos días residentes de Boquiñeni. Los boquiñeneros tuvieron que salir de su pueblo el sábado a causa de la crecida extraordinaria. El lunes, volvían a sus casas después de que la Unidad Militar de Emergencias (UME) terminara de reparar la carretera de acceso con la construcción de un puente.La Ribera Alta y el desalojo de Boquiñeni

Sin embargo, 'hay que tomar precauciones porque todavía el acceso es aún precario', señalaba el alcalde a Europa Press, Miguel Ángel Sanjuán. Otro de los residentes explicaba que la situación había sido 'horrible' pero que ya están 'acostumbrados' a este tipo de situaciones.

'El próximo paso será desactivar el plan de evacuación ya que, a pesar de que el agua del río todavía está alta, no hay peligro de desbordamiento', indicó el alcalde, al tiempo que aseguró que muchos de los inmuebles tenían problemas con las filtraciones del agua.

Ahora toca 'intentar volver a la normalidad'. 'El susto no nos lo quita nadie... Hemos pasado unas horas muy malas y ahora habrá que ver qué es lo que pasa con los cultivos y las infraestructuras', finaliza una vecina. 'Yo lo único que quiero es que esto pase cuanto antes; imagínese lo que significa ser evacuado, dejas todas tus pertenencias, toda tu vida y que el agua pueda quitártela', lamenta otro residente. 'Hay que dar gracias a Dios de que todos estemos sanos y salvos'.

Los cascos urbanos de Tudela y Buñuel, en la Comunidad Autónoma de Navarra continuaban el pasado día 1 con lascalles inundadas, según informaba el Gobierno de Navarra, que indicó que el nivel del agua desciende pero 'muy lentamente'. Pero no solo se han visto afectadas, sino también zonas de Zaragoza, como ha sido el caso de la zona de Ranillas -donde se encuentra la Expo- o el barrio rural de Movera.

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