El Ejercicio y la comida sana son los factores imbatibles contra el sedentarismo

    • Según la OMS, al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud.
    • Igualar el consumo de calorías con un alto gasto energético es "más factible" que dejar de comer para compensar un nivel bajo de consumo de energía.

Alimentación y ejercicio deben ser considerados como conceptos "inseparables", según el análisis científico 'Sedentarismo, vida activa y deporte: impacto sobre la salud y prevención de la obesidad', elaborado por Marcela González-Gross. De hecho, algunas investigaciones han ahondado anteriormente en el papel del equilibrio energético en la lucha y prevención de la obesidad.

Un informe de la Universidad Nacional de San Martin en Argentina considera también como "imperativo" la incorporación de hábitos saludables que conjugen la actividad física diaria con una dieta nutricional correcta.

La restricción alimentaria por sí sola no resulta eficaz a la hora de reducir el sobrepeso y la obesidad, debido a que la fisiología humana está preparada para un elevado nivel de ingesta y de gasto energético al mismo tiempo, según el estudio 'Energy balance and obesity', publicado en la revista científica 'Circulation'.

Esta restricción unilateral produce la adaptación natural del organismo para mantener su peso, alterando la forma en que el cuerpo quema calorías. En este sentido, la experta González-Gross ha asegurado que la restricción constante de alimentos es "difícil" de mantener a largo plazo, y que igualar la ingesta calórica con un alto gasto energético sería "más factible" para la mayoría de las personas que restringir la ingesta alimentaria para compensar un nivel bajo de consumo de energía.

Así, los factores que influyen en el desarrollo del sobrepeso y la obesidad no pueden ser analizados de forma aislada sino en su conjunto, y a través de un planteamiento amplio que centre los esfuerzos en la promoción de la actividad física y la reducción del consumo excesivo de calorías.

Con respecto a la actividad física y según el análisis científico, los beneficios de su práctica habitual se conocen desde la antigua Grecia, si bien fue en el siglo XX cuando se produjo el mayor avance del conocimiento científico sobre la materia.

Otras investigaciones recomiendan evitar conductas sedentarias como las de ver más de tres horas la televisión, recomendado por un estudio reciente de la Universidad de Navarra, o pasar excesivo tiempo delante del ordenador o en la carretera.

Factores como la superpoblación, la densidad del tráfico, la mala calidad del aire o la falta de parques e instalaciones deportivas son causas de que un ritmo de vida sedentario.

Según la OMS, al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud. Esta inactividad es la cuarta causa de muerte en el mundo, provocando cerca de 2 millones de muertes en el mundo cada año.

La consecuencia de una vida pasiva no es solo la obesidad, como analiza un informe de la Universidad de San Martin de Buenos Aires, sino que puede conducir a hipertensión arterial, problemas articulares, problemas oseos, depresión e hiperlipidemia.

Por ello la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido unas recomendaciones que pasan por la práctica generalizada de al menos 150 minutos a la semana de actividad física de moderada a vigorosa para personas adultas, y de 60 minutos al día en niños y adolescentes.

"Actualmente la totalidad de la comunidad científica considera el ejercicio físico como una de las herramientas de salud pública con mayor potencial para prevenir el sobrepeso y la obesidad", ha zanjado González-Gross.//

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