El Ejército sirio asegura haber matado a varios líderes insurgentes en Alepo

  • El Ejército sirio ha matado a "un número considerable" de líderes de los insurgentes que se enfrentan a ellos en Alepo, según dijo hoy a Efe una fuente militar de alto rango, que cifró en unos 3.000 el número de rebeldes que luchan en esa ciudad septentrional.

Damasco, 1 ago.- El Ejército sirio ha matado a "un número considerable" de líderes de los insurgentes que se enfrentan a ellos en Alepo, según dijo hoy a Efe una fuente militar de alto rango, que cifró en unos 3.000 el número de rebeldes que luchan en esa ciudad septentrional.

"Un gran número de terroristas han muerto o han resultado heridos, incluido Ahmad Haj Qasem bin Abdulrahman, jefe de un grupo terrorista en el norte", señaló la fuente, que pidió el anonimato.

El responsable agregó que el Ejército "continúa persiguiendo a los restos de los grupos terroristas que han aterrorizado a los habitantes del área de Al Sabbagh, en el barrio de Salahedin".

Según las Fuerzas Armadas sirias -que hoy fueron objeto de una arenga por parte del presidente, Bachar al Asad, con motivo del 67 aniversario de su fundación-, el Ejército Libre Sirio (ELS) sufrirá en breve la escasez de municiones, sobre todo de proyectiles, debido al bloqueo impuesto sobre la frontera con Turquía.

La televisión estatal siria informó hoy de que las tropas han matado en las últimas horas a tres "terroristas" que intentaban atacar a las fuerzas del orden en la zona de Janaser, en los alrededores de Alepo.

La televisión, que no citaba fuentes, explicó que los supuestos terroristas viajaban armados en tres coches, desde los que disparaban contra los otros vehículos y robaban a los ciudadanos.

Testigos presenciales explicaron a Efe que las fuerzas gubernamentales tendieron una emboscada contra un grupo de insurgentes formado por 400 ó 500 personas en la localidad de Handarat, al norte de Alepo.

Mientras, los combates alcanzaron esta noche los barrios cristianos de Bab Tuma y Bab Sharqi en el centro de Damasco, considerados bastiones del régimen, según los grupos de la oposición siria.

Un testigo presencial dijo a Efe que la pasada noche "se escucharon disparos durante unos segundos y a continuación todo regresó a la calma".

Esta mañana, el ambiente en los vecindarios era de normalidad, con las tiendas y restaurantes abiertos y los habituales embotellamientos, como pudo constatar Efe.

Por otro lado, el Ejército Libre Sirio reivindicó hoy el secuestro del jeque Mahmud Hasun, hermano del muftí general de Siria, Ahmad Hasun, un estrecho colaborador del presidente, Bachar al Asad.

Fuentes locales explicaron a medios sirios que los insurgentes irrumpieron en la mezquita de Osama bin Zaid, en el barrio de Aqyul en Alepo, y secuestraron al imán.

El año pasado, el hijo del muftí, Sareia Hasun, murió asesinado delante de la universidad de Ibla en Saraqeb (norte), junto a un profesor de ese centro.

Por otro lado, las brigadas Al Tawhid, vinculadas con el ELS, mataron en la noche del martes al jefe tribal Zeino Berri, junto a varios miembros de su familia, según testigos presenciales.

En los choques, que tuvieron lugar en el pueblo de Ajtarín, en Alepo, murieron también 15 miembros de Al Tawhid y también resultó herido el diputado en la Asamblea Popular Hasan Shaaban Berri.

Mientras, en la provincia nororiental de Deir al Zur continúan hoy en varios distritos los violentos enfrentamientos de las últimas semanas.

Un testigo presencial explicó a Efe que en el área de Hamud al Abed los combates se produjeron en paralelo a la llegada de refuerzos militares.

En un discurso dirigido hoy a las Fuerzas Armadas, Al Asad dijo que el destino del pueblo sirio depende de la actual batalla contra el enemigo.

"El enemigo se sirve de sus agentes en el interior de Siria como puente para golpear la estabilidad de la nación, desestabilizar al ciudadano y seguir dañando nuestra capacidad económica", aseveró en su arenga, difundida por la revista de las Fuerzas Armadas.

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