El exobispo alemán de Limburg, responsabilizado del dispendio en la diócesis

  • La Conferencia Episcopal alemana responsabilizó hoy en buena medida al exobispo de Limburg Franz-Peter Tebartz-van Elst, apartado de forma definitiva hoy del cargo por el papa Francisco, del dispendio registrado en las obras de la nueva residencia episcopal.

Berlín, 26 mar.- La Conferencia Episcopal alemana responsabilizó hoy en buena medida al exobispo de Limburg Franz-Peter Tebartz-van Elst, apartado de forma definitiva hoy del cargo por el papa Francisco, del dispendio registrado en las obras de la nueva residencia episcopal.

Tras hacerse público que el papa había aceptado la dimisión de Tebartz-van Elst, al que había apartado temporalmente de su cargo tras conocerse sus gastos excesivos, la Conferencia Episcopal presentó ante los medios el informe elaborado por un grupo de trabajo interno que investigó durante los últimos meses los gastos y la financiación de las obras.

En ese detallado documento, se especifica que se incumplieron varios principios de la legislación eclesiástica, que las obras se hicieron según los deseos y las indicaciones del obispo y que éste conocía el aumento de los gastos, que llegaron a alcanzar los 31 millones de euros, según los medios de comunicación alemanes.

El informe expone que la planificación de los costes era "irreal" antes incluso de la llegada a la diócesis del obispo, que cargó con una "pesada hipoteca" al asumir el cargo.

Consciente de que el dispendio podía volverse en su contra, el pasado verano Tebartz-van Elst hizo públicas unas cifras de gasto "falsas" (9,85 millones de euros).

Tras estudiar el informe redactado por la comisión de investigación, la oficina de prensa del Vaticano informó hoy de que la Congregación de los obispos decidió que "se había creado una situación que impedía ejercer adecuadamente a Tebartz-van Elst".

Ante ello, el papa aceptó la dimisión que le había presentado el obispo el 20 de octubre y nombró como administrador de la diócesis a Manfred Grothe.

Francisco pide también a los fieles de la diócesis de Limburg que acojan su decisión con sosiego y con el compromiso de querer encontrar un clima de caridad y de reconciliación.

El pasado 20 de octubre, el papa recibió en el Vaticano al obispo de Limburg, quien llevaba varios días en Roma para poder explicarle su versión de los hechos y entonces puso su cargo a disposición del pontífice.

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