El fallo contra Mubarak irrumpe en la campaña electoral egipcia

  • El fallo contra el expresidente egipcio Hosni Mubarak ha crispado el ambiente preelectoral de Egipto, donde miles de personas salieron de nuevo hoy a la calle para rechazar tanto esta sentencia como la presencia en la segunda vuelta de los comicios del general retirado Ahmed Shafiq.

Marina Villén

El Cairo, 3 jun.- El fallo contra el expresidente egipcio Hosni Mubarak ha crispado el ambiente preelectoral de Egipto, donde miles de personas salieron de nuevo hoy a la calle para rechazar tanto esta sentencia como la presencia en la segunda vuelta de los comicios del general retirado Ahmed Shafiq.

A dos semanas de las presidenciales, los egipcios han visto cómo la absolución ayer de los dos hijos de Mubarak, acusados de corrupción, y de seis ex altos mandos del Ministerio del Interior, por su implicación en la matanza de manifestantes, complica el panorama ante las elecciones.

La condena a cadena perpetua de Mubarak y del exministro del Interior Habib al Adli no ha calmado los ánimos de los manifestantes, ante su creciente sensación de que ni este proceso ha sido justo ni la primera vuelta de los comicios, en la que Shafiq quedó segundo, limpia.

En la emblemática plaza cairota de Tahrir, las consignas contra el fallo se mezclaron hoy con los lemas contra Shafiq, último primer ministro de Mubarak, y contra la Junta Militar que dirige de forma provisional el país.

"Shafiq tendría que estar en la cárcel y no compitiendo por la Presidencia. Si estamos aquí es para evitar la restauración del antiguo régimen", aseguró a Efe en Tahrir el estudiante de medicina Ali Amin.

Para Amin, que acudió a la plaza ayer nada más conocerse la sentencia, es importante que Egipto se mantenga unido con el objetivo de reconducir la revolución.

A las manifestaciones convocaron los grupos de jóvenes revolucionarios y varias fuerzas políticas, entre ellas los Hermanos Musulmanes, cuyo candidato a las presidenciales, Mohamed Mursi, se enfrentará a Shafiq en la segunda ronda, los próximos días 16 y 17.

Mursi aprovechó ayer para darse un baño de multitudes en Tahrir y sacar rédito de la actual situación con el fin de aglutinar en su persona el voto de los contrarios al antiguo régimen.

Ante esta estrategia, Shafiq puso hoy sobre la mesa sus armas de persuasión azuzando el miedo de muchos a los Hermanos Musulmanes y su proyecto islamista.

"Yo represento el avance, los Hermanos representan el retroceso, yo represento la transparencia, los Hermanos representan la oscuridad y el secretismo", subrayó el ex primer ministro en una rueda de prensa en El Cairo.

Shafiq también señaló que mientras él apuesta por "el diálogo y la reconciliación", el grupo islamista busca "venganza" y quiere un país "religioso sectario".

El candidato presidencial subrayó que no quiere "reproducir el antiguo régimen" e instó a no utilizar el fallo contra Mubarak "con objetivos electorales".

En cuanto a la polémica sentencia, la Fiscalía General egipcia anunció hoy que va a recurrir la absolución de los seis altos cargos del Ministerio del Interior y pidió que se mantenga la prohibición de salir del país dictada contra ellos en febrero de 2011, poco después de la renuncia de Mubarak.

A ese respecto, una frase escrita hoy con piedras y arena en el suelo de Tahrir rezaba: "La primera demanda de los revolucionarios es que el piloto bastardo (Mubarak) sea ejecutado y la segunda que lo sean sus hijos Alaa y Gamal".

Con los accesos cortados al tráfico por vallas y alambradas, banderas de Egipto y fotografías de los mártires de la revolución, la plaza recuperó en cierto modo el espíritu de los 18 días de protestas y de las manifestaciones convocadas durante la convulsa transición.

También volvieron a cocinarse algunas ideas que ya surgieron durante la revolución, como la formación de un consejo presidencial transitorio encabezado por personalidades como los excandidatos Hamdin Sabahi y Abdelmoneim Abul Futuh.

Las prioridades en estos momentos para Hala Sami, una mujer de unos 40 años, son la creación de este consejo, la redacción de una nueva Constitución y "la celebración de elecciones libres con candidatos de verdad y no títeres".

"Hubo fraude en los comicios", aseguró a Efe Sami, quien no apoya ni a Shafiq ni a Mursi, porque rechaza tanto "un régimen militar como uno islamista".

Para esta mujer, el fallo contra Mubarak ha sido el detonante de una nueva ola de descontento por el fracaso en hacer justicia a los mártires de la revolución y los temores a que los altos cargos del antiguo régimen se librarán de un castigo real. EFE

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