El fin de la violencia machista, una carrera de fondo

  • Madrid.- La violencia machista no se puede resolver "de manera rápida, ni inmediata", sino que el fin de esta lacra requiere tiempo y la educación de las nuevas generaciones y la reeducación en igualdad de las que no lo están.

Madrid.- La violencia machista no se puede resolver "de manera rápida, ni inmediata", sino que el fin de esta lacra requiere tiempo y la educación de las nuevas generaciones y la reeducación en igualdad de las que no lo están.

Así lo ha asegurado, en declaraciones a Efe, la fiscal de Sala de Violencia sobre la Mujer, Soledad Cazorla, y varias asociaciones de mujeres, que se han mostrado en contra de una reforma de la Ley Integral contra la violencia de género.

En esta última semana, dos mujeres han incrementado la lista de crímenes machistas, 56 en lo que va de año, una cifra que ya supera a las que se contabilizaron en todo 2009, periodo en el que hubo 55 víctimas.

Para Cazorla, las cifras "siempre son escandalosas", aunque ha negado que se haya aumentado el número de víctimas mortales con respecto a años anteriores, salvo en el citado 2009.

Según las estadísticas de la Delegación para la Violencia de Género, en lo que va de 2010 ha habido menos víctimas que en el mismo periodo de 2008, en el que había 58, el mismo numero que en 2003; en tanto que en 2007, había 60, igual que en 2006; y en 2004, 59.

Sólo mejoran la cifra de este año 2005 y 2009, en los que por estas fechas había 48 víctimas mortales.

En opinión de Cazorla, lo "verdaderamente importante" es por qué las mujeres no denuncian su situación de maltrato; de hecho, sólo 13 de las 56 víctimas había presentado denuncia contra su agresor (un 23,2 por ciento).

La fiscal ha considerado que hay mujeres que "no están preparadas para denunciar", aunque sí comunican a su entorno que son maltratadas, por lo que es necesario que ese círculo cercano a la víctima denuncie a las autoridades esa situación.

"Que sepan que la única manera de paliar los efectos del miedo y acabar con esa situación es denunciar los hechos. Estamos para protegerlas", ha afirmado Cazorla.

La violencia machista, a su juicio, es un fenómeno que "nos ha atenazado durante años" y "muy complejo", al que no se le puede ganar la batalla en poco tiempo.

"Más que hablar de fallos, hay que hablar de tiempo. No se puede resolver de forma rápida e inmediata, sobre todo cuando los mecanismos más efectivos son los que se refieren a la educación y a la prevención", ha señalado.

En este sentido, ha añadido: "hay que educar a las nuevas generaciones y reeducar a las que no están educadas en igualdad".

Cuestión de tiempo también es, a su parecer, que se incremente el número de GPS activos para agresores, los cuales son un recurso para las medidas cautelares, pero no para el cumplimiento de penas.

"No se puede decir que hay tres mil GPS y que hay que ponerlos todos, sino que hay que ver cada caso concreto, valorando el riesgo", ha estimado, Cazorla, quien ha dicho estar "absolutamente en contra" de cualquier modificación de la ley contra la violencia de género, porque "sería precipitado".

De la misma opinión es la presidenta de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, quien ha opinado que las estadísticas de violencia de género se deben considerar "en marcos amplios" y no se pueden sacar conclusiones mes a mes.

Soleto sí ha subrayado que hay "algunos problemas" en la lucha contra este tipo de violencia, fundamentalmente en lo relativo a los sistemas de protección, aunque ha reconocido que en los últimos años "se han producido mejoras significativas" en este sentido.

"La batalla contra la violencia de género es una carrera de fondo social en la que los poderes públicos tienen responsabilidad, pero también la tiene la sociedad y hay que seguir insistiendo en eso", ha aseverado Soleto.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Ángela Cerrillos, ha indicado que la educación "es importantísima" y, si bien "no hay que hacer una lectura alarmista de las estadísticas, es un buen momento para reflexionar" sobre cómo mejorar.

A su juicio, "hay problemas en todos los ámbitos" desde la indecisión de las mujeres a denunciar, al funcionamiento de los juzgados de violencia, hasta los mensajes que lanzan los medios de comunicación.

Acerca de la ley de violencia de género, no se ha mostrado partidaria de modificarla, aunque sí de que se verifique si funciona.

"Hay muchas cosas que hay que regular y hay que estar en vigilancia permanente para que el mecanismo funcione. Si todos los mecanismos necesitan un mantenimiento, cómo no lo va a necesitar este", ha destacado Cerrillos.

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