El fuego quema menos bosques españoles en la primera parte del verano

  • Los dos primeros meses de verano se han caracterizado por la menor incendia de los incendios en España. Se ha quemado un 200% menos de superficie forestal que el pasado año en las mismas fechas, pero la alerta se incrementa en agosto por la previsión de un aumento de las temperaturas, con el aumenta el riesgo de incendios.
Creu Ibáñez / Sarah Potts

A principios del verano todo hacia presagiar un nuevo verano plagado de incendios, por las altas temperaturas que se preveían y porque las lluvias de la primavera habían dejado muchos bosques sucios que podían ayudar a la propagación de las llamas. Sin embargo, “las circunstancias meteorológicas favorables, la humedad residual y la falta de coincidencia de factores adversos, han favorecido los niveles inferiores de incendios”, aseguran desde Protección Civil.

Prueba de ello son los datos registrados entre el pasado 1 de junio y el 18 de julio, días en los que se han producido un total de 2.023 siniestros --incendios más conatos--, de los que sólo 692 tienen la consideración de incendios (mayor o igual a una hectárea), lo que supone un 32,1% menos de siniestros respecto a la media del último decenio para el mismo periodo.

En estos siniestros estivales se ha quemado un 80% menos de superficie forestal que la de media se perdió como consecuencia del fuego en los últimos 10 años.

Los números hablan por sí solos. Entre el 1 de enero y el 18 de julio de este año se han registrado 5.322 siniestros --es decir incendios y conatos--, poco más de la mitad de los 9.537 que se produjeron en este mismo periodo en 2009, así como de la media de este decenio (9.548).

Asimismo, si lo que se observa es la superficie forestal quemada en estos siniestros, también se destaca una disminución respecto a años anteriores. Hasta el 18 de julio de 2010 se han quemado 15.890 hectáreas, mientras que en los primeros seis meses y medios de 2009 esta cifra era más de un 200% superior (53.106 hectáreas).

De hecho, tan sólo dos incendios han superado este año las 500 hectáreas quemadas sin que hayan tenido consecuencias dignas de mención, con excepción de las de carácter medioambiental, destacan fuentes de Protección Civil.

A pesar de la mejoría de los datos, desde Protección Civil inciden en que es necesario seguir incrementando la precaución. “No hay que relajar la vigilancia ante las condiciones meteorológicas y de riesgo que puedan producirse este verano”, sobre todo por el aumento de las temperaturas previsto para el mes de agosto.

Según las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se espera que las temperaturas, en relación con el mes de julio, aumenten en agosto, lo que podría incrementar el riesgo de incendios forestales. 

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